𝐍𝐨 𝐝𝐞𝐛𝐨 𝐝𝐨𝐫𝐦𝐢𝐫 (mlp fanfic)

5-

me encontraba acostado en mi cama boca arriba con la orden estricta de quedarme en cama por parte de la enfermería real, el tremendo golpe que me lleve con lo que al parecer fue la culata de mi arma me dejo sangrando un poco mi cabeza, ahora estaba vendado de la frente, trato de fruncir un poco las cejas, pero ese pedazo de tela me lo impide. 

Si bien, pudieron aplicar un poco de magia a la herida no fue tan efectiva como si hubiese sido un poni normal. 

¿Cómo fue mi viaje de regreso? Bueno, resulta que luego de la foto  trate de levantarme, pero me caí, veía todo borroso para mi mala suerte, Spike tuvo la suerte de que me ayudo a levantarme y con un brazo rodeando su cuello, como un sobrio llevando a un borracho, llevarme al carruaje, y partir de inmediato al castillo, donde en el camino nos dimos cuenta de que estaba sangrando... 

No sé si fue mi instinto que me dijo que no cerrase los ojos para nada, pero en todo momento no me desmaye por milagro de algún santo, al llegar me mandaron a enfermería mientras escuchaba como Twilight y Spike tenían una conversación de lo que paso, las fotos tardaron horas en procesarse. En eso yo me recuperaba del golpe, soy humano aún, soy frágil...

Spike al parecer se sentía culpable de lo que paso, me acompaño todo el día en la enfermería, no fue su culpa que un loco me atacase por la espalda. Al fin de unas horas las fotos se terminaron de procesar, como las antiguas y algo llamo la atención de la princesa, ella dijo que no era posible que un pegaso llevase algo con magia amenos que fuese... ella corto la frase para salir disparada con un flash que me dejo ciego por segundos, luego de unos minutos volvió, paranoica, ella miraría las fotos mientras murmuraba que "ella aún estaba convertida en piedra" ¿de quién estaba hablando? No sé, solo sé que repetía varias veces de que ellos aún estaban en el jardín...  

Luego de eso solo escuche que haría una operación especial y que estaría muy ocupada. 

Y acá estoy, luego de otro día complicado tendido en una cama que de seguro cuesta mas que mi antiguo hogar... no tengo café y dormir no es una opción, el crujido de la cama anuncia mi retirada de la misma, con un leve dolor de cabeza siendo sumado a uno de mis malestares me levanto y tomo la perilla de la puerta, veo por los lados y nada ni nadie, despejado

con un suave movimiento salgo de aquella zona con habitaciones para invitados, la guardia de momento estaba concentrada más que nada en lugares donde un espía no le interesaría buscar. 

Abro dos puertas grandes y entro a un pasillo largo con dos puertas en cada extremos y otra cuya pared es cristalizada dando pie a lo que parece ser el jardín, me iba a ir por uno de los extremos de la puerta, pero recuerdo levemente la conversación de esta tarde... convertidos en piedra, mi cuerpo apuntaba para una de las puertas, la que daba a mi izquierda para ser exactos, pero el rabillo de mi ojo lentamente miraba la que daba al patio...

El café puede esperar. 

Con pasos lentamente voy a la puerta y la abro, rebelando ante mí algo digno de ser un jardín de la realeza, caminaba por los jardines del castillo, maravillado por la belleza y la serenidad que me rodeaba. Las flores exuberantes llenaban el aire con su dulce fragancia, mientras los árboles se mecían suavemente con la brisa que soplaba desde el cercano río. La luz lunar brillaba en lo alto, bañando todo el paisaje en una luz que hacía que cada rincón del jardín brillara con vida nocturna.

Mis pasos me llevaron hacia el centro del jardín, donde se alzaba majestuosa una escultura de piedra. Tres figuras desconocidas, talladas con habilidad y detalle, se erguían en el medio del jardín, como actores silenciosos de este reino 

Me detuve frente a la escultura, contemplando los rostros desconocidos de los personajes tallados en la piedra. los tres con terror en sus ojos, intento esforzar la vista pero un dolor en la cabeza me detiene en seco