Es uno de eso días en los cuales dormir se hace particularmente difícil, resulta tan asombroso la mamera en que los pensamientos más recónditos asechan la mente impidiendo incluso realizar esta actividad sin dificultad. Es ahí, en esos momentos, cuando realmente analizas cada una de las cosas que llegan a tú mente, lo que realmente es una destreza es el que no se te escape nada, ningún detalle. Particularmente sucede que analizas tanto todo que quizas cuando quieras volver al principio no sepas cuál sea. Tal vez esto sea un efecto de la hora, pero es realmente difícil dejar de pensar de ésta mamera cuando tu mente sencilamente comienza a trabajar.
Pues bien, aqui estoy yo, intentando dormir sin obtener éxito, no sé como hacer que mi mente deje de trabajar y en estos momentos mi esperanza es que se canse y simplemente se apague. Con tal deseo estoy yo sobre mi cama poco acogedora, mirando al techo poco visible por la oscuridad.
