7| Bien en ambos lados.

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—Ah, mi garganta—articuló Jimin, estaba sobre las escaleras—. ¡Ah, mi espalda! —Trató de levantarse.

—¡Chicos! —gritó Jin, caminando hacia la cocina.

Eran las diez de la mañana y todos tenían un dolor de cabeza; habían quedado como muñecos abandonados en una casa de juguete.

—¡Tengo sed! ¿Dónde está Hoseok? —preguntó Jungkook.

—¡Dios mío, ¿y este desorden?! —preguntó alterado Jimin cuando entró a la cocina.

—Qué pena, no me imagino lo que pasó anoche. Ay, no —habló Jin.

Jungkook subió las escaleras y vio a Taehyung y a Hoseok en la habitación. Se acercó a Taehyung para despertarlo, sacudiéndolo.

—¡Tae! ¡Despierten, los dos! —gritó, sacudiendo a ambos.

—Ay, ya voy, no molestes, Jungkook —se quejó Hoseok.

—¿Por qué están aquí mientras nosotros dormimos en el piso? ¡Ya levántense! ¡Jimin, ven a ver a Taehyung! —gritó Jungkook desde las escaleras.

Taehyung tuvo que levantarse con un temblor en su cuerpo, bajó la escalera evitando que Jimin subiera.

—Jimin, ya estoy aquí, ehm —habló para despistar que estaba con Hoseok; Jimin le había prohibido estar con él.

Suena gracioso, pero sí, Jimin prohibía cosas y eso no molestaba a Taehyung. Ellos eran buenos amigos.

Pasaron unas horas y prepararon la comida, lo poco que sabían. Pero Jimin y Jungkook eran los encargados de cocinar.

Comían con cara de disgusto, pues no habían cocinado bien, pero no había otra opción: así que se la comieron, después de todo, sólo tenían que tragar con agua.

Taehyung se había ido a su trabajo, tenía que estar puntual. Se tomó un medicamento para bajar la borrachera.

Le gustaba el aspecto de su uniforme de camarero, se veía bien. Salía con una bandeja de comida y una gran sonrisa, entregando los pedidos.

Tuvo que pasar el resto del día trabajando. Se había puesto en contacto con un hombre que le ofrecía un apartamento en una zona céntrica, así que al día siguiente en la mañana tendría que ir a verlo.

Al día siguiente...

Taehyung se preparó para ir a ver el apartamento.

—Buenas, ¿es usted el señor Lin Yu? —preguntó Taehyung a un señor delgado que le había dicho que estaría en la tienda de fideos.

—Sí, ven, te voy a mostrar los apartamentos que creo que te gustarán —dijo alegremente el señor.

Taehyung sonrió y asintió, caminando detrás de él.

Salieron del local y entraron en un complejo de apartamentos. Todos tenían el mismo diseño; se podría perder caminando por allí, y peor aún, al volver del trabajo, había tres entradas.

—Qué bonito —comentó Taehyung, observando el lugar.

—Sí, muchos estudiantes viven aquí. La renta es barata, por eso suelen buscar y vivir aquí —explicó el señor Lin.

—Ah, ya veo —Taehyung siguió al señor Lin, caminando un poco más hacia el fondo.

—Es éste —dijo, subiendo las escaleras al segundo apartamento. Todos eran de un piso, uno encima del otro.

Abrió la puerta del apartamento, y el espacio era realmente grande, con cocina, sala-comedor, una habitación y baño. Incluso tenía una chimenea en la sala, además de dos closets adicionales aparte del de la habitación.

Las paredes eran blancas, y el piso era de color café. Había balcón con una puerta en la cocina y otra en la sala.

Taehyung ya se imaginaba sentado en la sala, mirando por la puerta de vidrio hacia el balcón, mientras tenía la chimenea encendida.

—Y bueno, como te decía, se paga quincenalmente $100 —comentó el señor Lin, interrumpiendo los pensamientos de Taehyung.

—¿Quincenalmente? Es muy lindo, podría mudarme en una semana —Taehyung estaba encantado, pues el lugar era cómodo y el precio no era un problema.

—Entonces, así quedamos, muchacho —sonrió Lin—. Tiene buenas vistas —añadió, acercándose al balcón.

—Muchas gracias.

Mientras tanto, Hoseok estaba concentrado en su teléfono.

—¿Cómo estás después del accidente, Seok? —preguntó Liang en el receso, sentándose en la misma mesa, frente a él.

—Bien, después de aplicarme unas cremas, se me alivió —respondió con una sonrisa.

La chica era totalmente delgada, con cabello castaño, ojos cafés y estatura baja.

—Ayer pensé en ir a ver cómo seguías, pero no me contestabas el teléfono —dijo, haciendo un puchero.

—Ah, tenía el teléfono descargado, discúlpame. Podemos ir el domingo y así estudiamos el experimento para el examen —propuso con una sonrisa.

—¡Está bien! Nos vemos el lunes, el domingo no puedo —sonrió Liang.

—Sí, no hay problema.

Liang asintió sonriendo y luego se fue con sus amigas.

Ella estaba enamorada de Hoseok desde hacía tiempo, pero nunca se atrevió a decir nada, ni siquiera dar indirectas.

Pensaba que él era demasiado para ella... Cada vez que lo veía, simplemente se limitaba a sonreírle y a mirarlo de lejos.

 Cada vez que lo veía, simplemente se limitaba a sonreírle y a mirarlo de lejos

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Holi, volví con un capítulo corto 💖.

Fiel Pero No Fiable |Vhope »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora