004:secreto jamás contado

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Las lágrimas se deslizaban de sus ojos, estaba triste, eso era poco, lo habían sacado de la familia a la que había aprendido a amar, su novio lo había dejado.

Sentía la sangre escurrir de su pantalón, coágulos de sangre enormes, y una prutoberancia se sentía en su ropa interior, una tan pequeña e inocente, sus ojos jade que normalmente tenian un brillo de arrogancia estaban tan opacos como si estuviera muerto, por que eso estaba pasando, estaba muerto en vida, y eso le dolia mas que nada.

Estar de luto era horrendo, nadie sabía nada, el golpe que recibió en su estómago mientras peleaba con ese criminal lo afectó, perdió a su bebé maldita sea!! Quería morirse, las lágrimas salían a mares como si fueran lagos eternos escurriendo de sus cuencas, sollozos salían de su boca  de forma imparable, su madre tuvo razón en algo, cuando hay algo hermoso en el mundo la humanidad lo pisoteara sin dudarlo.

Pero nunca espero que el mundo le quitará lo más preciado que pudo haber deseado, su bebé, su único rayo de esperanza, que ahora estaba en su ropa interior junto a una acumulación de sangre, mocos también salían de su nariz, no importa cuántas veces sorbiera está se volvia a llenar de moco cuando un nuevo sollozos saltaba de su boca como un insulto, sentía el sabor salado de sus lágrimas.

Quería morir, quería dormir y jamás despertar, su bebé ya no estaba más.

Y por muchas ilusiones que se hiciera, Jon nunca aceptaría al bebé, los ricriminarian a ambos.

La sangre que goteaba de su entrepierna se derramaba a tal punto que cayó al suelo en un callejón, se arrinconó en una pared cercana.

Se estaba desangrando.

Y no le importaba.

— tranquilo mi bebé, mi precioso bebé, estaré contigo muy pronto, voy a estar contigo, mi bebé.....mi dulce niño ya voy contigo......— Damian Wayne estaba al borde de la muerte con solo dieciocho años por un aborto.

Damian poso su mano en su vientre, sus ojos estaban inchados de tanto llorar, estaba a punto de cerrar los ojos cuando sintió como alguien le desabrochaba el pantalón.

Damian no le importo si lo llegaban a violar o a matar, vio como el muchacho frente a el sacaba de su mochila un botiquín de primeros auxilios, de el saco una tijera quirúrgica con la que saco de su vagina los restos del cordón ombilical que apenas se estaba formando, luego saco un Gaza y algodones cubiertos con alcohol, hizo precio con el algodón y luego puso las Gazas alrededor de la cintura y parte de las piernas del canela, tomo la ropa interior del doncel, donde en efecto habia un pequeño bebé casi empezando a crecer.

Embolbio al feto en la ropa interior y un poco de bendas con cuidado de no dañar al difunto cuerpo a medio crecer del bebé en sus manos.

Damian derramó más lágrimas al ver las acciones del desconocido.

Un chico asiático, de cabello negro con puntas rojas, ojos Ruby, tatuaje de dragón en su brazo, usaba ropa de la liga de asesinos.

Este muchacho le pasó su bebé muerto con delicadeza, Damian lo tomo en brazos y comenzó a llorar desconsoladamente, el desconocido lo abrazo para que se sintiera mejor.

— ya no llore, príncipe — fue lo que dijo aquel asiático.

Damian abrió sus ojos, pensó que ya había dejado eso atrás, pero nunca podría hacerlo, ese fue su primer bebé, sintió como alguien lo abrazo cálidamente, su marido.

— todo está bien, príncipe— recito como el primer día en el que se conocieron abiertamente.

— gracias mi amor — Damian devolvió el abrazo con más fuerza aferrándose al cuerpo de liu como si fuera un pilar.

Ambos habían llegado a logtime art, la universidad de arte que Damian había fundado, también daba clases, aún que nadie lo creyera, damian amaba a sus estudiantes como si fueran sus hijos, era divertido enseñarles a aquellos que amaban tanto el arte como el.

— nos vemos en la noche mi amor — pregunta liu desde el auto.

— tenlo por seguro cariño — Damian beso los labios de su marido y luego entro al edificio donde muchos lo recibían con felicidad.

Damian era el profesor favorito de todos, algunos chicos eran meta humanos y Damian nunca los juzgo por ello, aparte de que gracias al canela y al asiático esposo de este y sus contactos, pudieron establecer una regla de cuidado y preservación a los meta humanos en Washington, sin darse cuenta estaban creando un imperio, los errores del pasado convertían en mejores personas a la gente en el futuro.

Los errores de Damian fueron encariñarse de su ex familia, haberse enamorado en el pasado del hijo de Superman y el haber peleado sabiendo que estaba embarazado.

Pociblemente todo lo que le dió en el pasado fue el carma por haber matado gente y hacer cosas atroses bajo el manto de su madre.

Pero ahora tal vez, solo tal vez, podía vivir una vida tranquila y sin preocupaciones al lado de sus hijos, su esposo amado, sus amigos actuales, e incluyendo a Jason en su vida por supuesto.

Llegó al primer salón en el que daría clases.

— buenos días clase, espero que hayan disfrutado el fin de semana — dijo con una sonrisa leve.

— buenos días profesor D— dijeron todos al mismo tiempo con sonrisas agradables.

— hoy tenemos un nuevo estudiante, Claus pasa — Damian miro la entrada del salón, ahí fue cuando paso un chico de piel rosa y cabello negro, sus ojos eran Rubys, el chiquillo estaba nervioso, Damian lo entendía, Claus venía de una universidad en la que lo ridiculizaron por ser un meta humano.

Damian camina hacia el adulto joven y poso su mano en su hombro — bienvenido Claus, siéntate dónde crees poder estar cómodo — los ojos del chico de piel rosa brillaron, su corazón latio con un sentimiento de familiaridad, su madre era la única que lo trataba amablemente, pero su profesor ahora lo trataba igual.

Claus se sentó al frente de la fila del medio con una sonrisa, no estaba solo habían más meta humanos en la clase y gente normal que no lo discriminaba con la mirada.

Damian sonrió levemente.

Agradecía que su carma ocurriera en el pasado y no ahora, que estaba viviendo la vida después de vivir tanto tiempo en la oscuridad.

Al fin estaba viviendo luego de sentirse tan vacío durante tanto tiempo.

espero que logres verme dónde quiera que estés mi bebé — dijo mentalmente con una sonrisa triste.

Sabía que su bebé difunto lo veía desde algún lugar.

Y sabía que ese bebé que había llamado Nikolas estaba en un mejor lugar que el mundo le pudo haber ofrecido.

- Cambio - ( Damian wayne)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora