Capítulo uno: Draco Malfoy está muerto.

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¡Sectusempra!

Fue un hechizo. Uno del cual no tenía ni la menor idea lo que hacía, pero confiaba ciegamente en el Príncipe Mestizo. Si tan solo hubiera escuchado a Hermione, por única vez en su vida...

El pecho de Malfoy se abrió como si un cuchillo lo hubiera cortado con profundidad. Su rostro se contrajo por completo y boqueó sin poder decir nada. Tambaleaba y, en menos de un segundo, cayó al piso sin ningún tipo de cuidado. Se escuchó como su cabeza golpeaba el frío y duro suelo y de repente lo único que vió Harry fue sangre. Sangre, sangre, mucha sangre .

Corrió los pocos metros que los separaban para notar que él le había hecho esos cortes. Podía ver cómo la ropa de Malfoy, esas camisas y pantalones seguramente tan caros, se empapaban con el color de su sangre y cómo su pecho subía y bajaba con velocidad. Su cabeza parecía haberse golpeado también porque un charco de sangre se formó bajo ella y se mezclaba con el agua que había en el suelo.

—¡Malfoy! —exclamó, lanzándose de rodillas a un lado de él— Mierda, yo no quería... ¡Episkey! —intentó remediar lo que había hecho, pero los cortes tan solo se prolongaban más y más aún. Y para colmo, Malfoy no emitía ni una sílaba. Su mirada estaba perdida en un punto más allá y sólo respiraba, con demasiada dificultad.

Tergeo —murmuró. Ahora sí, un poco de la sangre había despejado su piel, empeorando aquello, ya que ahora podía ver los verdaderos cortes de Draco y lo jodida que era la situación.

—Iré a buscar a Madame Pomfrey. Malfoy, lo siento, de verdad, yo–

Pero antes que pudiera hacer lo que sea, Draco lo tomó con todas sus fuerzas de la muñeca y lo miró de reojo.

Mi madre... —consiguió murmurar, con la voz realmente rota— Sálvala a ella, Potter .

Harry negó repetidas veces con la cabeza, sintiendo cómo le invadía el pánico y empezaba a ver un poco borroso —No, no, no... Malfoy resiste, por favor...

Draco negó un poco antes de dejar caer su cabeza a un costado, sonriendo levemente — Al final si fui un real inútil —murmuró en un tono de voz realmente bajo. Sus ojos se cerraron y Harry sintió cómo el mundo se le venía abajo. Aún con el fuerte agarre de Draco en su muñeca, imploró, gritó por ayuda, pero nadie llegó a su lado. Estaba sólo.

Malfoy... —susurró, con la voz temblorosa. Llevó su mano libre al cuello de Draco y, como temía, no sentía su pulso, nada — No puedes estar muerto, no... ¡No tú! —rompió en llanto, sintiendo cómo todo se desmoronaba a su alrededor, nuevamente.

—¡Potter, ¿qué es ese escándalo?! ¿Qué...? ¿Qué le pasó a Malfoy?

Harry se tensó, escuchando la voz de Snape detrás suya. ¿Cómo le explicaría que Draco Malfoy, un estudiante de su casa, su ahijado, estaba muerto ?

Cuando Snape estaba arrodillado al frente de él, Harry tan sólo pudo negar y limpiarse las lágrimas, sin ser capaz de decirlo en voz alta.

Snape, al igual que él, llevó su mano al cuello de Draco y tras no notar el pulso, abrió ampliamente los ojos. Le aplicó un hechizo desconocido para él y lo miró, como si estuviera esperando una explicación, lo que sea.

Lo siento mucho... —consiguió murmurar, tras negar repetidas veces— No quería..-

—Llame a Dumbledore, Potter.

Yo-

—¡Que vaya a buscar al director, Potter, AHORA!

Harry asintió, aterrado. Con esfuerzo pudo deshacerse del agarre de Draco y corrió lo más rápido que le permitieron sus piernas. Sus túnicas estaban cubiertas de sangre y las gafas se le empañaron con su llanto y la respiración agitada. Aún no podía creerlo, Draco Malfoy estaba muerto .

¡Malfoy está muerto! | DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora