𝗖𝗮𝗽 𝟯

624 43 0
                                    

Paso un día, y maldita sea, aún me levantaba cojeando.

-Dios, que dolorr.
-¿Qué paso, cariño?
-Amanecí con dolor, mamá.
-Bueno, reposa, hoy día no vas.
-Bien, ah, mamá.
-¿Si, pecosito?
-¿Puedo invitar a un amigo? No me quiero sentir solo.
-Bien, haré comida.

-¿𝘈𝘭𝘰?
-Hola, ven a mi casa.
-𝘉𝘶𝘦𝘯𝘰.

Llegó a mi casa, tal y como esperaba olía demasiado bien.

-Oh, hola, ¿Tú debes ser el amigo de mi hijo, cierto?
-Buenos días, si, soy el amigo de su hijo, me llamó para hacerle compañia.
-Oh, bueno, les haré la comida, luego se las paso y yo me iré a dormir, hasta mientras ve a su cuarto.
-De nada, señora Lee, con permiso.

Llegamos a mi habitación y lo primero que hice fue mirarlo mal.

-Idiota.
-¿Qué?
-Por tu culpa, me quede 2 días cojeando y quien sabe por más tiempo.
-Ay, bueno, tranquilizate, te andas quejando y cuando lo hicimos bien que pedías más.
-¡Ugh! Cállate, ¿Quieres?




Perdón si no actualizó rápido, ando muy perezoso.

Hola, soy el creador de esta historia, espero le den apoyo me ayudarían dándole ★ y comenten, una vez les agradezco y nos vemos en el próximo capítulo. 💗☺

¿𝗘𝗻𝗲𝗺𝗶𝗴𝗼𝘀? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora