En la dirección de la escuela, un aire de novedad se hizo sentir con la llegada de un nuevo profesor. Emergió con una vibrante energía, contrastando notablemente con la calma del docente que simplemente estaba de paso.
El saludo fue cortés, pero las diferencias en sus expresiones eran evidentes: uno irradiaba efusividad, mientras que el otro mostraba una parsimonia casi exagerada.
El inicio del año escolar no estuvo exento de complicaciones contractuales. Cerca de la fecha límite, hizo su entrada un nuevo profesor de inglés. En la “Purísima Piedad Divina”, una escuela católica, nunca antes habían enfrentado tantos obstáculos para llevar a cabo su proyecto educativo. Quizás era un reflejo de los tiempos cambiantes en los que vivían...
El perfil académico estricto del colegio marcaba las expectativas sobre los profesores, sin percatarse de que este recién llegado se había infiltrado en sus filas con tergiversaciones y una persuasión casi sagrada, mezclada con un toque de desesperación.
Facundo Lara, egresado de la UMCE, había soñado con ser dueño de una panadería, pero el destino lo llevó por un camino diferente. La enfermedad de su padre, un profesor dedicado, cambió por completo su perspectiva y lo inspiró a dedicarse a la educación de las mentes jóvenes. Sin embargo, su motivación no solo provenía de ese evento; también había sido influenciado por profesores que lo inspiraron, y sabía que el mundo siempre necesitaba más personas dispuestas a ayudar.
Por otro lado, Pedro Fuentes había estudiado matemáticas más por ambición intelectual que por vocación. Su elección académica había sido influenciada por las expectativas familiares de asistir a una prestigiosa universidad, como lo hicieron muchos de sus compañeros. Ingresó a la Católica y se adaptó perfectamente a todos los desafíos que se le presentaron, tanto de sus profesores como de miembros respetados de la academia. Su transición al mundo laboral fue fluida, siendo solicitado incluso antes de graduarse, gracias a las conexiones de su centro de prácticas.
La primera interacción entre Facundo y Pedro fue incómoda para ambos. Facundo se sentía abrumado por la carga de sus mentiras, haciendo que hasta un simple saludo le resultara falso. Por otro lado, Pedro veía en la energía desbordante de los nuevos profesores una amenaza, o al menos una crítica implícita a su enfoque más relajado de la enseñanza, una visión más ortodoxa que parecía pertenecer a tiempos pasados.
Tan contrarios como complementarios, sin saberlo, ya habían comenzado a escribir su historia…
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AMOR DOCENTE (O romance en horas no lectivas)
ChickLitDOS PROFES, UNA ESCUELA...UN AMOR PROHIBIDO.
