¡Nota importante!
En este capítulo se hace mención de 4buso inf4ntil en la segunda parte del capítulo, leer bajo su responsabilidad, a demás, también contiene una escena explícita en la primera parte de este capítulo publicado.
El tema del abuso es sumamente delicado aunque desde la perspectiva del personaje no lo haga ver de esa manera. Si no se siente cómodo leyendo puede saltarse a la parte dos de este capítulo debido a que se dividirá en dos partes [capitulo 5(2)]
No estoy de acuerdo con este tipo de cosas por lo que editar este capítulo fue demasiado incómodo.
No regresó a su hotel sino hasta muy entrada la noche, tras haber recorrido por más de un club nocturno y luego de cinco vasos de vodka que consumió con la naturalidad pasmosa de un ebrio.
Entró a la suite con gesto cansado y la mirada más opaca que nunca, dispuesto a encerrarse en su habitación y tenderse en la cama, esperando que el efecto del alcohol hiciera su trabajo y lo sumiera en un sueño profundo, y si la suerte lo acompañaba, descansar libre de sueños que lo atormentaran. No, no quería soñar, para pesadillas le bastaba la realidad. Pero apenas si había recorrido la mitad del corredor hacia su cuarto cuando una voz grave lo hizo detener.
Cerró los ojos por un momento. Simplemente quería irse a dormir... —Max —volvió a llamar la voz con insistencia.
Bajó la cabeza, aún con los ojos cerrados. Y luego se volvió hacia la puerta entornada que había pasado por alto en su andar. La empujó suavemente, y se recostó contra en el umbral sin hacer nada por ocultar el cansancio que lo invadía.
—¿Dónde estabas? Mira la hora que es. Casi me matas de la preocupación.
Max no respondió. De hecho no hizo más que cruzarse de brazos, acomodándose mejor contra el muro, como si estuviera dispuesto a dormirse de pie allí mismo.
La habitación estaba a oscuras, completamente a oscuras a no ser por las luces de la calle que penetraban por un gran ventanal en el lado opuesto a la entrada. Sobre las paredes laterales las sombras convertían en formas tenebrosas lo que seguramente a la luz del día eran grandes estanterías llenas de libros, custodiando la figura de un imponente escritorio de madera oscura, detrás del cual, sentado en una silla de cuero, un hombre esperaba en silencio una respuesta a sus preguntas. A simple vista podría habérselo descrito como la antítesis de Max: era bajo, robusto, con una incipiente calva rodeada de cabello oscuro. Su rostro redondo y de facciones serias le conferían una edad aparente entre cincuenta y sesenta años, aunque su piel era tersa y sus arrugas casi inexistentes. Sus ojos pequeños y oscuros brillaban en la oscuridad, descubriendo parte del vigor que lo animaba, aunque no se hubiera movido un ápice para demostrar la preocupación que expresaba en palabras.
—Ven aquí.
Con un gesto cansado, Max pareció despegarse del marco de la puerta, y avanzar hasta donde le habían señalado. El hombre le estiró los brazos, y él se arrodilló a su lado.
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Sangre sobre el hielo | Chestappen
FanfictionLa sangre tiñe el mundo del patinaje sobre hielo y se derrama sobre los que reinan en él. -- Adaptación • Chestappen | Max top x Sergio Bottom • Autora original: Marina Mercury • El contenido de la historia puede ser sensible para algunas personas...