Estábamos demasiado cerca de las estrellas
Nunca conocí a alguien como tú, alguien
Enamorándose tan perdidamente
Tal vez sea una bendición disfrazada
Veo mi reflejo en tus ojos
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No hay algo que vuelva más irracional a un hombre que el temor de perder a quien ama.
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La batalla contra Rea había quitado lo pido que quedaba del Percy que llegó por primera vez al campamento mestizo.
Estaba cansado, estaba harto de todo lo que había tenido que hacer.
Le dolía cada parte del cuerpo y sentía que la cabeza iba a explotar en cualquier momento, sus amigos no se encontraban en mejores condiciones pero lucían sonrisas satisfechas en su rostro despues de ganar.
El se sentía enfadado.
"Ya vienen" escucho a Leo murmurar, él se obligó a abrir los ojos "Las cazadoras"
Percy gruño cuando se puso de pie y empezo a caminar con rapidez, empujando a algunos mestizos que obstruian su paso.
"¡Percy! ¡No lo hagas!" Escucho la voz de Annabeth, pero no le importo demasiado.
Apresuró el paso mientras sostenía una de sus manos contra sus costillas y primero vio a Thalía, quien lucía en una pieza pero sus ojos siguieron moviéndose por todos los rostros, buscándola.
Pero no la encontró y eso lo hizo detenerse de golpe, su corazón bombeo adrenalina pura y sus ojos se movieron sin parar entre todas ellas, asustado.
"¿Dónde está Aurore?" Preguntó en un tono más alto de lo necesario, nisiquiera dejo que respondieran antes de hacer la pregunta de nuevo.
"Estoy bien, gracias por preguntar" Thalia rodó los ojos.
"No trates de joder conmigo" dijo en tono brusco "¿Dónde está?"
Thalia pareció luchar entre iniciar una pelea o responder, pero al final hizo un gesto con su cabeza hacia la izquierda.
Percy siguió caminando hasta que le encontró ayudando a una de sus compañeras que lucía bastante herida.
Aurore soltó a su amiga y camino hacia él.
Se colocó a escasos centímetros de ella, lo suficiente para sentir su respiración pero no lo suficiente como para tocarse, aunque solo estuvieran a un centímetro de distancia.
No dijeron nada, solo mantuvieron sus miradas, absorbiendose.
Percy ahora era mucho más alto que ella, tanto que tenía que inclinar la cabeza para verla a los ojos porque solo rozaba sus hombros.
Por fin la había alcanzado, Era la primera vez que se encontraban frente a frente con la misma edad en que ella se quedó congelada en el tiempo.
Percy pudo verse claramente a si mismo en sus ojos; Con el rostro lleno de heridas y sangre seca, no muy buen aspecto. Pero ella parecía que jamas veía lo malo en él.
Percy jamás había podido describir como se sentía el tirón en el estómago cada vez que estaba cerca, como podía saber solo con su expresión o postura todo lo que pensaba, lo que sentía. Por él.
Y él sabía que ella sentía lo mismo con él, Percy no podía ocultarle nada y no quería hacerlo, le gustaba la conexión entre ellos. Algo tan íntimo que no podían compartir en voz alta porque quedarían como locos.
Porque la había amado desde la primera vez que la vio cuando tenía trece años y lo salvó de esa bestia que quería asesinarlos.
Aurore levantó su arco con elegancia y con un tiro limpio derribo al monstruo.
