2♥︎DOS♥︎

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Felix y Jisung habían aterrizado en Corea hacía poco más de media hora. El bullicio del aeropuerto, con los anuncios constantes en coreano y el ir y venir incesante de personas, les recordaba lo lejos que estaban de casa. Felix se estiraba, tratando de combatir el cansancio del largo vuelo, mientras observaba fascinado las diferencias culturales a su alrededor. A su lado, Jisung, con el ceño fruncido, terminaba una llamada con su padre.

—Papá, ¿vas a venir o tomamos un taxi? —preguntó, lanzando una rápida mirada a Felix, quien claramente lucía agotado.

—Lo siento, Jisung. Tuve un pequeño contratiempo, pero ya estoy en camino. Discúlpame con Felix por el retraso —la voz al otro lado sonaba sinceramente apenada.

—Está bien, pero por favor, no tardes. Felix está cansado —pidió Jisung con un suspiro antes de colgar.

Miró a su amigo con una sonrisa, a pesar de su propio cansancio.

—Mi papá ya viene, pero va a tardar un poco. ¿Quieres que esperemos aquí o prefieres salir a tomar un poco de aire fresco?

Felix, que siempre prefería estar al aire libre, asintió con una ligera sonrisa. Después de tantas horas de vuelo, el aire fresco le vendría bien.

—Vamos afuera —respondió.

Ambos comenzaron a caminar hacia las puertas del aeropuerto, esquivando a las personas que pasaban apresuradas con maletas y a las familias que se reunían con abrazos cálidos. Felix observaba todo con curiosidad, tratando de absorber cada detalle del nuevo país en el que se encontraba, mientras Jisung sonreía al verlo tan fascinado.

—¿Tu papá vendrá o mandará al chófer? —preguntó Felix, ajustando su mochila en el hombro.

—Se suponía que vendría un chófer, pero mi papá insistió en venir él mismo. Supongo que por eso se retrasó —respondió Jisung, riéndose con ironía—. Ha cambiado bastante en estos últimos meses.

—¿En serio? ¿Qué ha cambiado? —preguntó Felix, intrigado.

—Ya no es el hombre despreocupado de antes —explicó Jisung—. Desde que mamá falleció, todo ha sido... diferente. No es el mismo que conociste.

Felix abrió la boca para responder, pero antes de que pudiera decir algo, sintió un golpe en el costado que lo hizo tambalearse. Un chico joven, con varios libros en las manos, había tropezado con él y ahora los libros estaban esparcidos por el suelo.

—¡Lo siento, lo siento mucho! —se disculpó rápidamente el chico, agachándose para recoger los libros caídos—. No estaba mirando por dónde iba.

—No te preocupes, está bien —dijo Felix, inclinándose para ayudarlo. Mientras recogían los libros, el chico levantó la vista, sus ojos mostrando una mezcla de vergüenza y alivio.

—Gracias... Y lo siento de nuevo —dijo el chico, con las mejillas enrojecidas por la vergüenza.

—No pasa nada —respondió Felix, sonriendo amablemente—. Soy Felix, encantado de conocerte.

—Hwang Jeongin —respondió el chico, aún nervioso—. De verdad lo siento...

Antes de que Jeongin pudiera seguir disculpándose, Jisung intervino con una sonrisa amplia.

—Soy Jisung, Han Jisung —se presentó, estrechando la mano de Jeongin—. No te preocupes, Felix es un imán para los accidentes.

Jeongin soltó una pequeña risa, relajándose un poco.

—Un gusto, Han Jisung. No quería causar ningún problema.

Felix, siempre el más empático, decidió cambiar el tema para aligerar el ambiente.

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⏰ Última actualización: Oct 06 ⏰

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~♥︎I'll wait for you♥︎~         --HYUNLIX--Donde viven las historias. Descúbrelo ahora