Sweet Enemy | hyunlix au

19. Amor

El auto se detuvo después de unos minutos, y la residencia estaba completamente desierta, sumiendo a Félix en un pesado suspiro, mientras Hyunjin permanecía en silencio, absorto en sus pensamientos.

Con delicadeza, Félix tomó la mano de Hyunjin, notando el agarre desesperado del mayor. Hyunjin solía tocarlo de manera peculiar, como si temiera que desapareciera, algo que Félix ya había logrado percibir antes- Deberías descansar- Hyunjin susurró, mientras ambos ascendían al segundo piso.

-No tengo sueño - murmuró Félix, avanzando lentamente hacia la puerta de su habitación, creando un silencio incómodo que reflejaba su clara distancia.

- Es tarde- afirmó Hyunjin, soltando la mano de Félix con una mirada característica.

- Quédate conmigo- solicitó Félix, acercándose aún más al cuerpo de Hyunjin. - No quiero estar solo esta noche- Aunque el corazón de ambos latía con fuerza, Félix intentaba de descifrar lo que sea que pasaba por la mente de Hyunjin. Quería preguntarle, pero sabía que no era el logro adecuado.

- Félix...

- Al menos déjame limpiar tus heridas-Propuso al abrir la puerta de la habitación, ofreciendo una invitación a la que Hyunjin aceptó después de unos segundos, pareciendo no muy convencido.

Hyunjin ingresó lentamente a la elegante habitación, la cual estaba impecablemente arreglada, a excepción de las zapatillas colgadas en los percheros y las mallas de Félix sobre la cama. A pesar de la situación, Hyunjin esbozó una leve sonrisa. - Siéntate en la cama- ordenó Félix, a lo que Hyunjin asintió y se sentó en la cama cubierta por sábanas blancas.

Y sin poder evitarlo, su mirada delineó completamente la silueta de Félix, desde las curvas de sus caderas, hasta sus muslos descubiertos, su fina cintura, sin contar con su clavícula descubierta, dándole una increíble visión.

Félix sintió su rostro arder ante la penetrante mirada sobre su rostro, tomando rápidamente algunos utensilios que le serían necesarios, camino lentamente hasta el cuerpo de Hyunjin que descansaba sobre el respaldar de la cama. Luciendo tan atractivo como solía hacerlo, aun con heridas sobre su rostro.

Félix descansó su cuerpo en el filo de la cama, aunque Hyunjin lo acorraló rápidamente su cuerpo, posicionándolo en cuclillas sobre sus piernas, Félix jadeó levemente. - Es más eficiente de esta forma - Hyunjin susurró, admirando la cara de desconfianza que Félix le daba.

- ¿Eficiente? - Félix sonrió con coqueteo - Es la primera vez que el que está en problemas no soy yo - Félix agregó, pasando lentamente el pequeño paño sobre las heridas de Hyunjin.

- Prefiero que no sea tu - Hyunjin no despegaba su mirada ni un momento de cada uno de sus movimientos, ignorando completamente el inmenso dolor de alcohol sobre su herida.

- No debiste haber ido - Hyunjin agregó, posicionado sus manos sobre la fina cintura de Félix. - No debí haberte invitado - Hyunjin dejó descansar su cabeza sobre el pecho de Félix, luciendo totalmente derrotado.

- Hyunjin... ¿que fue lo que realmente pasó? - Félix preguntó por fin, temiendo de lo que sea que Hyunjin podría darle como respuesta. Al mismo tiempo que acariciaba los cabellos largos que el guitarrista poseía.

Hyunjin levantó su rostro, fijando una mirada seria en Félix, quien asintió, mostrándose atento.

- No te conté todo, Félix - dijo Hyunjin, apretando ligeramente la cintura de Félix en busca de consuelo.

Félix sintió cómo su cuerpo se tensaba ante las palabras de Hyunjin, y sin poder evitarlo, la preocupación lo invadió.

- ¿Hace cuánto te buscan? - preguntó Félix, con la voz cargada de preocupación.