2. Primera cita

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Me había pasado el día en la cama. Esa mañana me desperté particularmente triste.

No tenía ganas de nada.

A veces mientras hablaba con Fede realmente me distraía. Me gustaba hablar con él, pero no dejaba de ser solo eso, una forma de distracción.
Y lo peor es que no me daba cuenta de lo egoísta que estaba siendo.

Llegó la noche, y a pesar del día que había tenido, estaba un poco ansiosa por "la primera cita".

Elegí la ropa que iba a ponerme, me bañé, enchufé la planchita para que calentara mientras me secaba el pelo, y pasé a maquillarme. Algo ligero... corrector, máscara de pestañas y un bálsamo con color que use en los labios y en la parte de los pómulos.
Me puse perfume y finalmente apagué la planchita porque estaba conforme con cómo me había quedado el pelo después de secarlo.

Tengo el pelo rubio oscuro y bastante largo. A veces cuando no me lo seco se me forman algunas ondas, pero generalmente basta con secarlo para que quede lacio.

Había pasado una hora cuando salí de mi casa, y mientras me dirigía al club donde quedamos encontrarnos, noté que en todo ese tiempo no había pensado en Matias.

Llegué al club, que era el mismo en el que yo hacía Voley, y Fede me estaba esperando en la puerta.
Tenía puesto un jean oscuro y un buzo negro, le quedaba bien. Llevaba el pelo un poco despeinado y cuando me acerqué sentí su perfume, me gustó.

Una vez sentados en las gradas le confesé que no sabía nada sobre básquet.

-Entonces vale doble -dijo Fede.

-¿Qué cosa?

-Que hayas venido.

Sonreí.

-¡En serio! -se rió -Me quedó tranquilo de que viniste por mi y no porque seas fanática del deporte...

Los dos nos reímos, y así seguimos charlando de cualquier cosa. Estar con él era fácil. Me sentía cómoda y la conversación fluía.

En un momento toque sin querer la pantalla de mi celular y cuando se iluminó noté la mirada de Fede clavada en ella. Tardé en darme cuenta del motivo. Todavía tenía el fondo de pantalla con Matias.
Cerré los ojos e instintivamente bloqueé el celular.

Un rato más tarde el partido terminó, y fuimos juntos a una parte del club donde había varias mesas con asientos al aire libre. Ya era bastante de noche, y estábamos esperando que mi taxi llegara.

-¿Y en cuantos días vas a poder volver a jugar?

-Dos semanas... ¿Me vas a venir a ver?

-Mmm -Fingí pensarlo -Puede ser... si. Me gustó el básquet, podría tener ganas de ver de nuevo.

-Ah... Entonces ¿Te gustó "el básquet"? -Preguntó indignado siguiéndome el juego -¿Y la pasaste bien? "Viendo básquet..."

-Si muy bien ¿y vos? -por dentro me estaba riendo.

-Mmm si... algo así.

-¿"Algo así"? -Ahora yo fingí indignación.

-Si, podría mejorar.

-¿Y de qué depende?

-De lo que pase ahora -dijo bajando la mirada a mis labios y acercándose.

Puso una mano en mi mejilla y me dio un beso suave.

Al principio me sentí rara. Era mi primer beso con otra persona después de haber estado tanto tiempo en una relación.

El beso siguió de manera tierna, puso una mano en mi cintura y yo coloqué mis manos en su nuca.

La bocina sonó y me separé buscando rápidamente el auto, y si, efectivamente era el mío.

-Me tengo que ir -dije un poco intimidada, lo admito. Le sonreí y di un paso para alejarme pero Fede me tomó de la mano y me acercó para darme otro beso.

Me sonrió y me dejó ir.

-¡Avísame cuando llegas! -me dijo mientras me alejaba.

Subí al auto y solté una respiración profunda.

Cuando llegué a casa desbloquee el teléfono para avisarle a Fede que había llegado, y tenía una notificación de él.

Fede: Muero con tus besos.

...

¡Hola! Si llegaste hasta acá te quiero agradecer!❤️
¿Qué les va pareciendo la historia? Me encantaría leer sus opiniones.
Gracias❤️

El chico que vino despuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora