Persona

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7 de Abril del 2009
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Un nuevo día despertaba para Izuku Midoriya, sus cortinas, apenas entreabiertas, permitían que los primeros rayos del sol se filtraran con timidez en su habitación. El chasquido mecánico de la alarma rompía el silencio de su cuarto, envolviéndolo en una cacofonía de sonidos estridentes que más de un estudiante detesta escuchar al iniciar su día.

Los ojos del joven peliverde se abrirían con algo de pereza, su cama se sentía bastante cómoda, sumada a la suavidad de sus sábanas. Su mano izquierda pronto saldría de entre las sábanas para desactivar la alarma; la cama se sentía bastante cómoda como para que querer dejarla y esto era el primer desafío del día de cada estudiante que odia levantarse en las mañanas: levantarse.

Izuku estaría sentado en el borde de su cama, mirando el suelo para luego frotarse el rostro, hoy iba a ser su primer día en el instituto por lo que si quería dar una buena impresión, tenía que hacerlo bien; sin más espera, el joven se pondría de pie para luego estirarse un poco, calentando sus músculos y estos estuvieran despiertos, era alrededor de las 6:30 A.M., todavía faltaba para que empezaran las clases, pero siendo un hábito del peliverde, levantarse a esta hora ya era una costumbre arraigada.

Aún era temprano y la quietud reinaba en el dormitorio; a esta hora, ninguno de sus compañeros se asomaría por las cobijas todavía. Aprovechando el silencio, Izuku se dispuso a realizar una serie ligera de flexiones y abdominales. A diferencia de la mayoría de adolescentes de su edad, Izuku destacaba por ser único en más de un aspecto. Aunque no lo demostrara a simple vista, bajo esas ropas se ocultaba un físico que muchos envidiarían.

Con hombros redondeados y dorsales bien desarrollados que delineaban su cintura, no había duda de que mantenía una forma física envidiable. Sus pectorales destacaban con orgullo, revelando la dedicación y el esfuerzo que había puesto en su entrenamiento. Izuku poseía un físico atractivo que pocos adolescentes de su edad podrían igualar.

La sesión no duraría mucho y sería breve, una vez habiendo comenzado su mañana de esta forma, él tomaría una toalla, así como su uniforme e iría al primer piso en el que estaba el baño; las 7:30 A.M. llegaría en menos de lo esperado, y para este entonces Izuku estaría en su habitación, vistiendo su uniforme escolar el cuál le quedaría más que perfecto, estaría mirandose en el espejo, viendo aquélla mirada sería y casi nula en cuanto a emociones, se quedaría divagando hasta que su puerta había sido tocada, haciendo que saliera de su pequeño trance.

Hey, es Takeba, ¿estás despierto?-la voz de la chica que lo ayudó ayer se escucharía al otro lado de la puerta.

Al otro lado de la puerta, Yukari escucharía suaves acercarse a la puerta, solo para que esta fuera abierta, dejándose ver al joven peliverde quien solo dijo un "buenos días".

Buenos días. ¿Dormiste bien?-preguntó algo curiosa Yukari quien vestía su uniforme, siendo el que Izuku habia visto la noche pasada, cargaba lo que parecia una tipo maleta como bolso escolar.

Izuku solo asentiria sutilmente, solo para que la chica suspirara con alivio por alguna razón.

Me han pedido que te lleve hasta el instituto, ¿estás listo?-preguntaría Yukari, solo para que Izuku asintiera nuevamente.

Izuku tomaría su mochila verde oscura de una sola mano y después de verificar rápidamente que no se le olvidará nada, los dos procedieron a salir de la residencia y dirigirse a la estación del tren la que los llevaría al instituto.

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⏰ Última actualización: Mar 23 ⏰

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