Capítulo 1: El Dragón

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Estaba demasiado agotado. El entrenamiento había sido brutal, y aunque mi cuerpo estaba adaptado para soportar temperaturas extremas, el cansancio era el problema. No iba a sufrir en exceso, no sería cruel ni despiadado, es lento y seguro , no es crueldad, es solo frío.

Cuando parecía que iba a entrar en la última fase de la hipotermia, pues estaba somnoliento, una voz triste de un chico me despertó

-Aun no es momento-

Alcé la mirada, y vi lo que me pareció
un hombre dragón de piel verde que me extendía una mano de escamas blancas y uñas afiladas. Subí la mirada y tras unas cuencas negras, unos ojos verdes brillaban. La cabeza terminaba en dos grandes cuernos rectos. Le tomé la mano y me sostuve en él. Su tacto cálido me dio fuerzas para continuar tras la ventisca.

-Ven conmigo- dijo y comenzó a andar entre la nieve. Lo seguí, esperando que no fuera una trampa. Pude notar que no dejaba marcas en la nieve

-¿Eres un fantasma?- pregunté- ¿vienes a guiarme o a confundirme?-

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-¿Eres un fantasma?- pregunté- ¿vienes a guiarme o a confundirme?-

-Si...- respondió y me volteó a mirar- ya casi llegamos- su capa amarilla ondeaba con el viento frío.

Casi no se notaba por la ventisca y el color, pero vi lo que me parecían huesos gigantes, de un color apenas un poco más amarillos que la nieve que nos rodeaba. Era conocido que en los picos más altos vivían dragones, y esperaba no encontrarme con alguno agresivo.

Un poco más adelante, nos agachamos para entrar en una cueva subterránea. Era un lugar cálido y bastante amplio. Me di la vuelta para agradecer a mi guía, pero ya se había desvanecido. Me sentí solo, pero estaba agradecido. Decidí explorar el interior, y lo que encontré me asustó y me hizo alejarme lo más silenciosamente posible. Era un gran dragón de escamas verdes y picos naranjas y negros en la cabeza. Tenía los ojos cerrados, y esperaba que estuviera dormido. Comenzó a olfatear el aire y gruño antes de abrir los ojos

-¿Quien es el que osa molestarme?- me miró fijamente con su enorme ojo de pupila roja. Era igual que mirar a una serpiente, con la diferencia de que media mínimo 4 metros.

-Solo busco un lugar donde quedarme hasta que pase la ventisca- baje la mirada, sus ojos eran demasiado penetrantes.

-¿Cómo encontraste este lugar?- Cuestionó

-Un fantasma de ropa verde me trajo hasta aquí- mis piernas no aguantaron más y me senté

El dragón se quedó en silencio, pensando. Una enorme lágrima salió de sus ojos.

-Estúpido Deku- murmuró- Puedes quedarte-

Con las fuerzas que me quedaban antes de que me quedara dormido, saqué la última tableta de chocolate de mi mochila. La abrí y le di un mordisco. Guarde el resto y me acomodé. Al menos sabía que despertaría.

Horas más tarde, sentí como unas manos ásperas me tocaban el rostro. Me desperté sobresaltado, y la persona se alejo.

-¿Qué?...-.balbucee

-Al menos sigues vivo, idiota- dijo la voz del dragón, pero se escuchaba más cerca. Abrí bien los ojos y me sorprendió ver que el dragón ahora era un joven rubio de alas doradas con las que se cubría el cuerpo

-Eres el dragón de ayer...- dije en voz baja

-Si- respondió- quédate aquí, voy a cazar algo- salió rápidamente de la caverna.

Comí otro pedazo del chocolate y me asomé al exterior. Seguía la ventisca, por lo que tendría que quedarme más tiempo. Afortunadamente mi padre no notaria mi retraso. Una sombra oscura caminaba hacia mi, y creí que era el dragón hasta que su color verde lo delató.

-Hola de nuevo- saludé

El alzo una mano como respuesta, y se sentó a la entrada de la cueva.

-¿A donde fue Kacchan?- Preguntó. No lo había notado, pero su voz era distante, como si viniera de otro lugar.

-¿El dragón? Esta cazando- respondí

-¿Tu eres Deku?-

-Si, soy Deku- dijo- Si no fuera por la tormenta, te pediría que fueras tu en su lugar. No es seguro que vaya -me miro con sus ojos verdes que brillaban entre el viento nevado

-¿Por qué lo dices? El conoce mejor este lugar- Argumenté

-Aun hay muchas trampas, y no me gustaría que muriera ahora- dijo- no después de que yo lo abandonara por culpa de un cazador...- bajo la voz. Su tristeza era evidente.

-Lamento escuchar eso. ¿Por qué no lo visitas? Puedes hacerlo, si lo haces conmigo...- no tenía sentido que hablara con un desconocido y no con su ex pareja.

Deku miraba a la tormenta, pensando. Se levantó de mi lado, y avanzo justo cuando Kacchan regresaba.

-¿Por qué has tardado tanto, inútil?-
Grito Kacchan- ¡El bicolor no va a sustituirte! ¡Se que tu lo guiaste hasta aquí!- su voz se quebró y salí a consolarlo. Deku había colocado sus manos sobre sus hombros, abrazando su cuello

-Ya no eres la calidez que tanto deseo- balbuceo - Que mal me sabe tu muerte, y que difícil es la vida cuando existe incertidumbre...-

-Ya no estas solo- Dije. Kacchan me miró con enojo y me detuve.

- No estoy solo, y no hablo del fantasma- dijo. Atravesó a Deku y camino hacia la cueva cargando un ciervo en sus hombros. El fantasma lo siguió caminado a su lado y entró con nosotros

Kacchan dejo el ciervo junto a su nido y abrió sus alas. Entonces entendí las palabras de Deku

-Estas embarazado - murmuré

-Si- dijo y con sus garras, corto una pierna y la empezó a morder.

-¿Estas seguro que con eso es suficiente?- Deku lo miro preocupado

-Si hubieras venido estos días, sabrías que cazo diario- respondió

-Lamento mucho haberte dejado- su silueta fue atravesada por un hueso como respuesta.

-No quero tus tontas excusas- dijo molesto

Mientras discutían, caminé hacia mi mochila y saque mi cuchillo. Caminé hacia el hueso y regresé a mi lugar. Encendí la llama más potente que pude y el hueso ardió. Lo deje en el suelo y tome un pedazo de carne para asarlo.

-¿Cómo voy a estar con alguien que no puede ni comer carne cruda?- dijo, decepcionado mirándome.

-Solo dale tiempo, de todos modos yo estaré contigo-respondió el fantasma.


-Eso espero, Deku idiota- respondió el dragón y siguió comiendo la otra pierna

-Si tanto te molesta que este aquí, me iré en cuanto acabe la tormenta- dije comiendo otro trozo de carne.

-Por mi no hay problema, puedo vivir solo- respondió

-No permitiré que corras ese riesgo- Deku me miró suplicante

-Has lo que quieras- respondió cortante


Termine de comer , y me retire hacia donde estaban mis cosas. ¿En que situación tan extraña me había metido?

El fantasma de Deku me estaba pidiendo de manera muy clara que me quedara a cuidar a su pareja embarazada, y yo apenas y conocía a Kacchan, que parecía demasiado orgulloso para aceptar mi ayuda. ¿Qué era lo mejor que podía hacer? Lo pensaría mientras pasa la tormenta.



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⏰ Última actualización: Mar 31 ⏰

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