No Todo Es Lo Que Parece...

10. Todo Acaba Cuando Yo Lo Decido.

Bien, he terminado, puedes irte a buscar ya a Nathan y terminar esto ya, ¿por favor?

-Eliah se levanto del sillón y abrazo al dios del espacio-tiempo- Muchísimas gracias, sin tu ayuda no lo habría logrado, si mato a mi padre y le devuelvo el trono a Nathan todo se arreglara ¿verdad?- El dios se levanto y se quedo mirando a Eliah-Pues claro que si- Esbozo una sonrisa en los labios y traslado a Eliah de nuevo a la habitación de Nathan.

Eliah despertó, ahora realmente y miro a Nathan durmiendo apaciblemente a su lado.

Se levanto decidida de la cama y camino hacia el armario para ponerse ropa que encontrase y algún arma por muy pequeña que fuera para terminar ya con esta pesadilla. Después de veinte minutos de buscar Eliah se puso unos pantalones negros rasgados por las rodillas, unas botas militares, una camiseta de tirantes, un abrigo como el de Nathan y para finalizar cogió su propio katana del arsenal. Se recogió el pelo para que no le molestara y dejo caer su flequillo.

Después de esto fue a despertar a Nathan el cual, se quedo más que asombrado con su nueva apariencia.

-Nathan, Tenemos que ir a matar a mi padre-Nathan miro a Eliah seriamente- ¿Quien te lo ha contado?- Eliah respondió tranquilamente- El dios de espacio-tiempo-Nathan se levanto y se puso su ropa mientras hablaba con Eliah- Entonces hizo lo que le pedí –Eliah se levanto y avanzo hacia la puerta con paso firme-Vamos Nathan, acabemos con esto de una vez por todas- Eliah y Nathan se miraron el uno al otro- Adelante mi reina.

Eliah abrió el portón del castillo y entro junto con Nathan pisoteando con odio las malditas alfombras de terciopelo rojo, a cada paso que daba Eliah sentía más ganas de clavar la katana en su padre, todas las cosas que ella ha sufrido han sido por su culpa, él pensaba que ella nunca descubriría su secreto pero nunca se dio cuenta de lo lista que es Eliah en realidad, todo gira alrededor de aparentar no serlo.

Entraron en el salón del trono y se encontraron al rey tomando una copa de vino tinto.

-Oh, Ya veo, la has embaucado para que crea que yo soy el malo, ¿te crees que se va a creer eso? –Eliah rio a carcajadas- Él no me ha dicho nada, lo averigüe yo sola, todo lo que me has hecho, lo que le has hecho a mi madre, no puedo perdonarte, pero no me hace falta, lo arreglare con la política que tu impusiste-El rey miro extrañado hacia Eliah sin idea de lo que iba a hacer, Eliah avanzo lentamente hacia el rey y lo observo mientras se terminaba una última copa de vino antes de la muerte. En cuanto trago la única gota que quedaba, ella saco la katana y lo mato de un corte limpio y perfectamente recto.

De repente todo comenzó a arreglarse, Victor y Natsu desaparecieron mágicamente de donde estaban, la maldición desapareció, el castillo volvió a su decoración original, la corona volvió a aparecer en la cabeza de Nathan y Arya, Victor y Natsu volvieron a su lugar de origen, Ilúsional.

-Un mes después-

-Rey Nathan de la corte de Ilúsional, ¿aceptas a Eliah como tú legitima esposa, para cuidarla y protegerla, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte os separe?-Nathan miro a Eliah tierna y decididamente.

-Si-

-Eliah, ¿aceptas a Nathan como tu legitimo esposo, para cuidarlo y protegerlo, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte os separe?-Eliah sonrió con ternura y contesto sin titubear.

-Si

-Pues por la presente os declaro, Marido y Mujer. Ya podéis besaros-

Nathan beso a Eliah para conmemorar el matrimonio, mientras se oían los gritos de los ciudadanos:"Ya tenemos reina".

Más tarde Eliah y Nathan observaron el atardecer desde la cristalera del salón del trono.

El romper de las olas en el acantilado es un cantico hermoso ¿no crees?- le pregunto Eliah a su marido.

Si, y algún día nuestros hijos disfrutaran del mismo cantico y de las mismas vistas en el mundo que creamos para ellos.-Eliah sonrió y miro a Nathan.

-Sí, tienes razón... Algún día.