FOR THE DAY

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Desperté, para variar, sabía que este día iba a ser otro más lleno de mierda. Evidentemente, fue así.

Gritos inundaban la casa, cada rincón, cada espacio oscuro detrás de los muebles, ningún lado oculto, podía escaparse de aquel disparate que se ponía a disposición en la boca de mis padres.

– Joder, otra vez no. – Pensaba para mí mismo, talle mis ojos y me levanté de la cama, odiaba todos los días. En especial este. ¿Que esperan de alguien que no lo dejan ni opinar de forma en la que se sienta seguro?.

Mi madre al ver que mis hermanos y yo nos habíamos levantado de la cama, colgó el celular y saco una pequeña sonrisa pesada, se sentía tan forzada, lamentablemente, ella también sabía mentir. Pero sus mentiras se sentían llenas de amor. Y a la vez de decepción.

– Buenos días hijos, ya está el desayuno, coman rápido que deben ir a la escuela. – Tres platos fueron puestos sobre la mesa, cada plato con el huevo especialmente hecho al gusto de cada uno. Mi mamá no sabía muchas cosas aún, pero si que se esforzaba para vernos bien. Hasta que esto valla a tomar un vuelco desesperado en el último segundo, yo lo se.

Comimos rápido sin mencionar más que un "gracias", nos arreglamos y salimos directo al instituto, en uno de esos momentos donde no quieres recordar a la persona que te a dañado la vida, pareciera que el destino quisiera que sepas tu dolor más profundo poniéndolo enfrente tuyo. Una niña junto a sus padres, todos riendo y hechando burbujas dentro del metro, claro, muchas personas incómodas los veían, pero, ¿porque juzgar a una familia así de perfecta?. Ellos realmente eran los escogidos de Dios, sus sonrisas y miradas se encajaron tanto en mis memorias que no pude hacer más que agachar la mirada y hacer que más lágrimas rodaran nuevamente sobre mi rostro.

Llegando al instituto, pase desapercibida, me senté en la típica banca de la esquina, hasta el fondo del salón, esperando a que iniciarán las clases. Pasaron las horas y cada minuto era totalmente un martirio. Las palabras de los profesores, los murmullos de mis compañeros, las burlas interminables, mi alardeo en la cabeza. Todo era totalmente pesado para mí, un día crucial, todo empezaba a darme vueltas.

Sin más me levanté de un brinco levantando la mano para pedir permiso para salir al baño, la profesora asintió y enseguida salí de ahí, mi corazón no dejaba de palpitar rápidamente, sudaba como si estuviera haciendo algún tipo de deporte pesado, al mirar mis manos temblaban como si mi vida dependiera del tambaleo incesante. Mire al espejo que estaba frente  de mi y sin antes pensarlo, caí al piso, azotando gran parte de mi espalda y cabeza.

A mí alrededor podía escuchar a los profesores, todos con pasos apresurados, como si les importará en lo más mínimo lo que me pasará. Realmente no esperaba mucho de ellos, siempre que se les pedía ayuda se hacían de la vista gorda. Está se que solo sería una "ayuda" para quedar como los héroes de la típica historia de los chicos hipócritas, en pocas palabras, lamebotas de primera. Desperté con pesadez. Mire a todos con algo de indiferencia, di las gracias y me levanté como si nada hubiera pasado.

– ¿Porque solo te vas así?, al menos un, gracias y un abrazo hacia los profesores hubiera servido de mucho.– La chica con tales palabras lanzadas al aire hacían una pose victoriosa, poniendo sus manos en la cintura, o bueno, lo que se podía llamar cintura.

– Gracias por haber salvado mi vida.– Me voltee hacia ellos alzando el dedo medio, viendo su cara de sorprendidos por las acciones que tomé.

Volví a girar hacia el frente y entrar nuevamente al salón.

– Daian, nos dijeron que te habías lastimado, ¿que fue lo que pasó?. – La mire por un corto tiempo, sintiendo nuevamente las miradas de los contrarios, sonreí. 

– No se preocupe, yo estoy bien, solo es un bajón emocional. – Tome una pequeña pausa.– Por el día. – La profesora ladeó la cabeza y con delicadeza plantó un beso en mi frente, todos se quedaron boquiabiertos. Poco después volví a mi asiento a esperar a que terminarán las clases.

𝙿𝚊𝚙á 𝚜𝚎 𝚏𝚞é.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora