Capítulo 4

66 13 70
                                    

-¡Mierda! - me cubrí con las mantas de inmediato en un intento por tapar mi desnudez, tirando bruscamente de ellas, a penas logré cubrir lo suficiente para no quedar completamente expuesto.

Justo cuando había acabado por correrme ya estaba otra vez masturbándome como un puberto y estaba tan entrado en lo mío que a penas pude reaccionar cuando Bill entró en mi habitación. No se detuvo en ningún momento a tocar la puerta o llamar desde fuera, solo se metió y cerró la puerta con seguro a una velocidad impresionante, pero al girarse en mi dirección se quedó quieto.

Me había alcanzado a ver a penas durante unos segundos antes de atinar a cubrirme con lo primero que encontré. Yo estaba paralizado, y él también, boquiabierto, con los ojos abiertos como dos platos, su mirada caía fija en mi entrepierna pero de inmediato la apartó a cualquier lugar de la habitación mientras yo me aclaraba la garganta, tratando de sentarme mejor.

-P-perdón, Tom...

-Olvídalo... ¿Qué pasó? - por fin me senté en la cama ya estando tapado y apunté en dirección al suelo para que Bill me pasara la ropa que se encontraba ahí.

Joder, que puta vergüenza.

-A-ah, si... escuché unos ruidos y cuando me acerqué a las escaleras ví a un hombre abajo... no sé quien es ni si es algún familiar que tú reconozcas pero... - hablaba aún notablemente incómodo y enrojecido mientras se agachaba para agarrar mi ropa, pero se quedó en completo silencio de un momento a otro cuando otro ruido más vino desde abajo. Estaban moviendo algo.

No tuve ni tiempo a reaccionar, de repente ya tenía a Bill encima mío. Se había tirado en mi dirección en cuanto escuchó ese sonido.

Bueno, al menos ya sabía que si tenía sentimientos, porque estaba muerto del miedo, estaba seguro. Su cara estaba escondida en mi pecho desnudo y se aferraba a las sábanas con fuerza, aunque yo solo pude apoyar mi mano en su espalda para que no se sintiera tan desprotegido.

En ese momento tuve ganas de abrazarlo con fuerza y demostrarle que no pasaba nada, pero no era el momento, si había alguien en la casa no me podía quedar tan tranquilo, claro, un maldito extraño en casa y yo cachondeando con mi hermano.

Tomé fuerza de voluntad. - ... Bill, necesito ir a ver que pasa, quédate aquí.

Negó inmediatamente y su cabeza se separó con rapidez de mi cuerpo, aclarandose la garganta al notar la cercanía, aunque extrañamente seguía aferrándose a las sábanas y su cuerpo seguía junto a mi pecho. - yo... yo te acompaño.

-No, quédate aquí, sé que te mueres del miedo, Bill... y no te voy a exponer a que te pase algo, ¿Oíste? - me impresionó que a pesar de su claro temor no me quería dejar ir solo... Kathrin aceptaba sin quejas.

Mis manos fueron con un poco de duda a sus hombros para alejarlo de mi pecho en su totalidad, y esta vez no se negó, solo se separó para sentarse mejor en mi cama. Me levanté y vestí lo más rápido que pude, ya sin importarme que Bill me estuviera viendo en total desnudez, y bueno, tampoco pude procesar muy bien su reacción, pues fui a abrir uno de mis cajones. De ahí saqué una navaja, la navaja que mi madre me había dado en mi cumpleaños porque me gustaba coleccionarlas, y salí de la habitación.

Esta vez no me di el tiempo de salir lento, no podía, al contrario, intenté llegar lo antes posible a las escaleras y las bajé sin hacer ruido.

Al llegar a la sala ya no se escuchaba nada... pero eso me preocupaba aún más. Si alguien estaba dentro y no hacía ningún sonido no tenía forma de estar prevenido o saber donde se encontraba. Vaya situaciones de mierda ocurrían justo cuando mamá no estaba presente... ahora el trabajo iba para mí, vaya mierda.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cold heart (TOLL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora