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Hola, soy Claudia y tengo 13 años, aunque en pocos dias es mi cumpleaños, vivo en un piso con mi madre y su novio. Mi madre es muy estricta, pero su novio, en cambio no, el es un puto salido de mierda.
Mi madre me ha regalado este "diario" pero no tiene ni candado, asi que lo más seguro es que cuando me valla mi madre me leerá este "diario".
El lunes tuve una "maravillosa" idea ¡Ir al instituto sin bragas!
En el instituto tenemos uniforme, una falda corta con un polo, unos zapatos negros y calcetines blancos.
Pero habia un problema, mi madre entra en mi cuarto para ver si me pongo las putas bragas.
En el cajón de las bragas solo hay 7, una para cada día de la semana, 5 son blancas, 1 es beige y la otra es negra.
Eran las seis y media de la mañana y mi madre entro a mi cuarto, y como de costumbre se quedó para ver si me ponia las putas bragas blancas y se fue a preparar el desayuno. Yo corriendo me las quite y las guarde al fondo de la mochila. Cuando iba a cerrar la mochila entro mi madre.
-Claudia no tardes que se enfría el cola cao- dijo mi madre observando todo- ¿Qué estás haciendo?
-Nada mamá estaba revisando haber si me falta algo- dije con voz temblorosa.
-¿Quieres qué lo revise yo?
-No mamá no hace falta.
Estaba nerviosa por si mi madre veia algo extraño, ya que ella se fija en todo.
Temia a que hiciese aire ya que la falda era muy corta.
-Adios mamá.
-¿A donde vas? Si todavia queda una hora para que pase el bus.
-Esque voy con una amiga- dije con miedo, ya que si estaba más tiempo mi madre no tardaria nada en darse cuenta- adios.
-¿Quien es esa amiga?¿La conozco?
-No mamá, tu no la conozes- dije mientras cerraba con un portazo.
-¿Te pusiste las bragas?¿Cuáles llevas?- gritó mi madre.
Me fui y no respondi la pregunta a mi madre, me sentia mal pero no pasaba nada.
Mientras tanto su novio salia el piso y vi como se la toco cuando escucho la palabra "bragas", mientras le miraba pensaba: puto cabrón salido.
Él estaba al lado mia, estabamos los dos solos en el anscensor, los ancensores de mi piso son muy antiguos por lo que tardaba bastante. Él me miraba la falda y como siempre rozo su polla com mi culo "sin querer". Se le "cayeron" unas monedas al suelo, y cuando se puso a recogerlas sentí como su mirada se clavo en mi humedo coño. Cuando las recogio y se puso depié le mire su polla y vi que la tenia dura. Él le dió al botón del anscensor para que se pare, mientras con su otra mano agarraba mi mano y la colocaba en su dura y grande polla, se sentia bien, él miró mis piernas y vio como un líquido blanco bajaba por mis piernas, mientras tanto su polla cada vez se sentia más dura, él cogió mi mano y la metio dentro de su pantalón, él tampoco llevaba calzoncillos.
-Te gusta- dijo él mirando mis tetas- no digas nada a tu madre o le diré que no llevas bragas.
-Sí, me gusta mucho- en verdad me gustaba ya que nunca toqué una de verdad.
Él me empezó a tocar el coño, estaba muy humedo y el me miró y se empezó a reir. Después él me empezó a tocar el clitoris y yo solté un gemido.
Él me volvió a mirar y en mi mente solo existia una frase: vete de ahi. Pero yo no podia queria perder la virginidad y le empezé a tocar la polla.
-¿Tu primera vez?- pregunto él.
-Sí, pero porfavor no digas nada a nadie de lo que está pasando aquí.
- Solo si hacemos una cosa.
-¿El qué?-pregunte asustada.
-Que seas mi sumisa.
-Vale.
Ese día empezó mi tortura, pero yo todavía no lo sabía.
-Ve a clases, pero sal tres horas antes, yo haré lo mismo en el trabajo, asta luego bebé.
¡Me ha llamado bebé!¡Me ha llamado bebé! Que me llamasen bebé era una de mis fantasías.
-Vale bebé- le dije mientras me besó en la boca.

Una niña en el hogar equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora