El comienzo

31 2 1
                                    


Edgar era un niño brillante, aunque un poco tímido y reservado. Tenía solo tres amigos, los mismos que lo habían acompañado durante seis años. Su vida familiar tampoco era fácil. Sus padres se separaron tras constantes peleas, y aunque su madre, Piper, era cariñosa, también era muy estricta con él. Su rigidez y sus críticas hicieron que Edgar se centrara demasiado en sus estudios, sin ayudarle a mejorar sus habilidades sociales.

Poco después de la separación, Piper formó una nueva familia con Byron, un hombre comprensivo que incluso le dio a Edgar un poco más de libertad para disfrutar con sus amigos. Así, poco a poco, Byron se ganó el cariño de Edgar.

Todo parecía mejorar, hasta que nació Colette, su hermana. Para Edgar, Colette era como una muñeca de nieve, con su piel pálida y cabello color escarcha, pero sentía que aquella "criatura" acaparaba toda la atención de su madre.

----------------------------------------------------------------------------------

En el comedor de la escuela

- ¡Ya sé que es un bebé y necesita cuidados, pero… se están olvidando de mí! -se quejaba Edgar.

- ¡Deja de actuar como un bebé! ¿Acaso necesitas a tu mami para todo? -respondió Bibi, algo molesta.

- ¡Claro que no! -replicó él, enojado.

- Pues, sinceramente, no te creo -dijo Crow, tomando un sorbo de su soda.

- Opino lo mismo, tu “mamitis” está grave -Bull le dio una palmada en el hombro.

En ese momento sonó el timbre.

- ¡Clase de Matemáticas! Apresúrense, quiero ver a la seño Belle -dijo Edgar, levantándose apresuradamente.

- Uf, clase de mate. Esa vieja es aburrida -se quejó Bibi.

- Igualmente, si no vamos, saldrá a buscarnos-dijo Crow, jalando el suéter de Bibi.

La niña termino accediendo

Camino al salón, Bibi rompió el silencio.

- Oye, Edgar.

- ¿Qué pasa?

- Lo de tus padres… perdona si me lo tomé a broma -dijo apenada.

- No te preocupes, probablemente tengas razón.

Edgar aceleró el paso, dejando atrás a sus amigos.

- Cuando intento ser comprensiva y escucharlo simplemente me evade-Dijo volteando a ver a sus dos amigos- No lo entiendo

- Nosotros tampoco-Dijeron los niños

-Ya que, apresuremos

----------------------------------------------------------------------------------

En el salón de Matemáticas

- ¡Buenos días, seño! -Edgar saludó a la profesora Belle, acercándose al escritorio.

- Buenos días, Edgar. ¿Cómo has estado? -preguntó la profesora amablemente.

- Bien… ¿y usted?

- Muy bien -respondió sonriendo.

Al salón entraron los compañeros de Edgar.

- Bueno, ¿qué te parece si luego continuamos nuestra charla? -dijo la maestra.

- Me parece bien -respondió Edgar, y se dirigió a su pupitre.

Cuando todos tomaron asiento, Belle se puso de pie y anunció:

Sombras del Tabú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora