Prólogo: Noche de Tormenta

1.3K 59 164
                                    

Era una noche tranquila en Lescatie, oscura si, pero bastante tranquila. El cielo estaba nublado y parecía que llovería en cualquier momento.

Los guardias perezosos bostezaban, mitad aburrimiento mitad cansancio. Los nobles y sacerdotes dormían muy cómodamente con el estómago lleno. Los plebeyos buscaban entre las sobras y la basura algo de comer. Los infiltrados de los mamonos soñaban despiertas con encontrar pronto un marido.

Si, solo otra noche normal en el corrupto Reino de Lescatie.

O así era hasta que...

Un día, de la nada la tierra misma tembló. Un terremoto como nunca antes de se había visto desde hacía siglos. Duró apenas unos segundos, un minuto a lo mucha. Nadie le dió importancia en ese entonces.

Nadie podía predecir que ese era solo el preludio de un destino impredecible.

Un guardia se froto cansado los ojos y se fijó en las afueras de los muros de Lescatie. El sonido de innumerables chirridos de ratas se escuchó, mientras que miles quizas millones de ratas corrían desenfrenadas hacía la ciudad.

El guardia pensó que se trataba sólo de una alucinación a causa del cansancio pero creyó que las ratas camiban sobre dos patas y eran poco más bajas que un hombre adulto. No era su imaginación, no era una alucinación, era real.

El sonido de un millón de garras y el susurro de miles de cuerpos peludos que se retuercen unos sobre otros. El sonido se eleva desde la oscura distancia, mezclándose con el repugnante hedor a alimañas que se vuelve más denso y empalagoso por el momento.

Los guardias se miran unos a otros con nerviosismo, apretando los dientes y tratando de no retroceder mientras el sonido lejano se convierte en un rugido deslizante. Gritos de guerra y chillidos llenos de rencor resuenan en el aire e innumerables ojos rojos destellan en la penumbra.

Millones de ratas humanoides estaban atacándolos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Millones de ratas humanoides estaban atacándolos.

"¡La alarma! ¡suenen la alarma!"-gritó con desesperación el guardia mientras que sus compañeros igual de aterrados qué él bajaban apresuradamente los muros-

Aunque no pudieron llegar muy lejos antes de que lodo tóxico golpeara los muros donde estaban estacionados. El culpable de esto era una derruida catapulta, una Plagueclaw de los Skaven.

 El culpable de esto era una derruida catapulta, una Plagueclaw de los Skaven

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Monster Girl Encyclopedia: The Age of Storms and WarhammersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora