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Precaución: Muerte, sangre, violencia
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—¿A donde vamos?–Preguntó Abby. Seguíamos caminando por el pasillo. Llegamos a una extraña sala, donde habían dos esqueletos de animatronicos, uno era de una clase de bailarina, alta y bonita. La otra era más como de niña, regordeta y como si fuera un payaso.
Foxy me bajo justo ahí, tomé la mano de Abby, quien estaba temblando de miedo. La mire para tranquilizarla, aunque estaba segura que mi expresión era igualmente de miedo.
Me di cuenta que el esqueleto más pequeño era en el que casi metió la mano Mike, y sabía que pasaría si metían a alguien en el; Moriría.
Chica miró a Abby y la cargó
—¡Espera!–Grite y se detuvo.–Yo. Mátame a mi, no a ella.
Foxy y Chica se miraron, casi pensando en si sería buena idea o no. Foxy salió de la habitación, ahora estábamos solo nosotras y ella. Soltó a Abby pocos segundos después, me acerqué a la niña y peiné un poco su cabello.
—Sabri, Sabri no...–Ella empezó a soltar unas lágrimas.
—Estaré bien Abby, ¿okay? Estaré bien...–Le di mis armas, poniendo el seguro en la pistola por si acaso. Me puse frente a Chica, quien me examino por unos segundos antes de cargarme.
No grite, solo lloraba. Abby jalaba a Chica, tratando de detenerla.
—¡Suéltala! ¡Suéltala ya! ¡No le hagan daño! Por favor.
—¡Abby! ¡Sabrina!–Escuchamos a Mike gritar.
Sentía los engranes cerca de mi, incluso trozando parte de mi blusa. Dolería, estaba segura, pero haría cualquier cosa para no ver a otro niño morir en este lugar.
Las puertas se abrieron de par en par.
—¡Sabrina!–Chica se distrajo, logré zafarme y tomar a Abby. El apuntó a Chica con su teaser, pero ella aún así intentó acercarse. El disparo y el animatronico cayó al piso.
