Little Quileute

1 / Josie's Arrival

La noche en que la vida de Josie se puso patas arriba, estaba destinada a ver una obra de teatro en la escuela. Iba sola porque no tenía amigos, pero esperaba divertirse a pesar de no tener compañía. Pero, justo antes de que pudiera salir a hurtadillas, su padre la atrapó tratando de escapar por la puerta principal.

A medianoche, Josie era un desastre sangriento y magullado en el suelo de la sala de estar. Su padre la había cortado en varios lugares solo para ver su sangre y la golpeó hasta que no pudo moverse. Era un hombre inteligente y evitaba su cara y cualquier lugar obvio tanto como fuera posible. A pesar de que su padre era un monstruo, ella estaba agradecida por su miedo a ser descubierta cuando la policía apareció en su puerta solo unas horas después.

Después de limpiarse a sí misma, Josie había encontrado a su padre muerto en la sala de estar con una aguja en el brazo. Estaba sentado rígidamente en el sillón reclinable como si estuviera viendo la televisión, como cualquier otro día, con la piel drenada de todo color.

Lloró con los ojos secos esa noche, la cara manchada y el cuerpo dolorido cuando la policía puso cinta adhesiva en su puerta. Un oficial masculino se había acercado a ella en todo el caos para decirle que su único pariente era el hermano de su padre, Charlie Swan.

Josie lo sabía incluso antes de que apareciera la policía. El tío Charlie era el único otro lugar que había visitado en toda su vida. Su padre no la dejaría ir a ningún otro lugar. Ella tuvo suerte de que incluso la dejara ir durante el verano. Pero Josie no había estado en Forks desde que tenía once años. No estaba segura de cómo reaccionaría su familia a su abuso, y mucho menos a la sobredosis de su padre.

El oficial acompañó a Josie de vuelta a su habitación y le dijo que empacara todo lo importante, lo que no quedaría en el basurero. Haban sido completamente insensibles a Josie teniendo en cuenta que ella encontró a su padre muerto. Pero, la verdad era que Josie no estaba segura de si siquiera se sentía mal. Sí, el hombre era su padre de sangre, pero no actuó como así. La trató como una prisionera y una criada.

Ahora, aquí estaba de pie en el aeropuerto de Forks con nada más que sus tres maletas y una bolsa de libros para su nueva escuela.

Estaba completamente aterrorizada en realidad, pero seguramente disfrazaría su pánico con una sonrisa. No podía tener un ataque de pánico justo delante de su tío en los primeros segundos después de verlo.

Josie dobla la esquina, tratando de tirar de todo su equipaje cuando ve al alto sheriff frente a la puerta automática. Él saluda torpemente cuando se da cuenta de que viene hacia él y se apresura a ayudarla con las maletas. Él se extraña por cómo su mano se aleja de él mientras ella le envía una sonrisa con hoyuelos.

Charlie sabía lo que le pasó a su padre, su hermano, la noche anterior. Le había roto el corazón al escuchar que su único hermano había fallecido. Por lo tanto, no se sorprendió cuando le dijeron que su sobrina ahora estaría bajo su custodia. Charlie estaba feliz de dar la bienvenida a la chica alegre y tonta de vuelta a sus vidas.

Simplemente no sabía cómo mostrarlo la mayor parte del tiempo.

"¡Hola, tío Charlie! Te he echado de menos". Josie saluda a su tío por primera vez en casi cinco años.

Todavía tenía los mismos grandes ojos marrones y una sonrisa con hoyuelos de cuando era pequeña. Solo que ella era mucho más alta y había crecido en sus oídos.

Charlie tuvo que reírse de la memoria de sus grandes orejas que siempre escondía con el pelo. Parecía que todavía tenía el mismo hábito, pero ya no era necesario.

"Hola, Jo. Ha pasado demasiado tiempo". Charlie dice. No estaba exactamente seguro de cómo responder.

Le sorprendió su tono alegre. Ella parecía estar completamente bien teniendo en cuenta lo que había ocurrido la noche anterior. Tenía bolsas debajo de los ojos, pero eso y su presencia parecían ser los únicos indicios de que Charlie había recibido esa llamada del oficial anoche.