2:- Decadencia de un Ángel

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💮 TU 💮


Me queje al ver a ese estúpido viejo y me queje nuevamente en voz alta al ver sus intenciones. Quería que me fuera a Japón para hacer no se que cosas allí.

No es que no me interesará la propuesta. Me darían un gran laboratorio para mi sola y que ningún alma me jodiera la existencia. Pero tendría que hacer un viaje y yo odio los viajes.

Y no, no es porque me mareo (⁠ ̄⁠ヘ⁠ ̄⁠;⁠)

— entonces? ¿Que piensas? ¿No te agrada la idea? – el viejo de traje militar me miraba con una sonrisa y las manos cruzadas – también a todo esto podríamos agregarle unos cuantos... Sujetos de pruebas para tus investigaciones – sonrió de lado y yo maldije cuando ví su sonrisa.

Él sabía que con eso yo no me podría negar.

— ¡Bien! Me convenciste con lo de los sujetos de prueba... Actualmente es difícil conseguir a personas dispuestas a colaborar con la ciencia – murmuré intentando ocultar mi sonrisa de satisfacción – pero, habrá condiciones.

— y cuáles serían esas condiciones? – me miró alzando una ceja y yo alce tres dedos.

— 1- Además de mi laboratorio quiero una enorme habitación para mi sola, 2- Quiero días libres para poder hacer mis respectivas Investigaciones... 3- Quiero a Yka como mi asistente personal.

Kamui se quedó callado por un momento pensando mis condiciones y luego hablo.

— puedo darte tres de ellas, pero la última no, esa chica tiene un historial un tanto...Turbio. – hizo una mueca y no pude evitar sonreir, después de todo, Kamui parece que si habia logrado aprender la lección de la última vez.

— bueno, entonces quiero la seguridad de que ninguno de tus locos y desquiciados subordinados me va a matar o a hacer otra cosa – cruzó los brazos sobre mi pecho, y el viejo bigotón asiente con la cabeza moviendo la mano.

— está bien, está bien, ve a arreglar las tus cosas que te vas hoy mismo a Japón.

[...]

En cuanto salí del aeropuerto de Tokyo, un auto negro se colocó frente a mi, del cual salió un joven de aspecto normal, que se presentó como mi guía hasta que llegaramos a Yokohama.

El chico me ayudó con las maletas y luego de abrir la puerta para que yo pudiera entrar, empezó a conducir por las calles de Tokyo mientras mencionaba uno que otro lugar turístico de la zona.

La verdad, después de escucharlo hablar varios minutos empecé a aburrirme por lo que recargue mi cabeza del asiento y cerré los ojos para que el joven pensará que me quedé dormida y cerrara la boca.

Afortunadamente mi plan funcionó y en cuanto el chico noto que estaba “dormida” soltó un oh y guardo silencio durante aproximadamente una hora que fue cuando empecé a abrir los ojos para fijarme por donde íbamos.

— ¿Cuanto falta para llegar? – pregunto tallando mi ojo para acostumbrarme a la luz, ya que aunque no estaba dormida, tenia los ojos cerrados por un buen rato y ya estaba acostumbrada a la oscuridad.

— falta poco para llegar a la estación del tren, de allí tendrá que tomarlo para llegar a Yokohama, donde otro guía la estará esperando – me informó, bufé algo exasperada de tener que tomar otro transporte para poder llegar a mi nuevo lugar de trabajo.

— bien – fue lo último que digo mientras me dedico a mirar por la ventana para distraerme en lo que falta de camino.

[...]

Sonreí al ver Yokohama, sin duda alguna no era lo que esperaba.

Oh según lo que decían las malas lenguas Yokohama era una ciudad muy peligrosa debido a las mafias y esas cosas. Pero todo parece tan tranquilo o quizás sea porque es de día?

Normalmente las mafias hacen sus movimientos de noche, así que mejor no me dejó engañar por la fachada de esta ciudad.

Me adentro al edificio que se encuentran frente a mi, según el mensaje que me mandaron este en el lugar donde se encuentran reunidos mis nuevos compañeros de trabajo.

Me pregunto ¿Que tipo de personas serán?

Algo seguro es que son personas peligrosas, después de todo ¿No es esta una organización terrorista? Aunque Kamui-san lo niegue, eso es algo muy obvió.

Encuentro la recepción que está casi vacía solo una simple recepcionista y uno que otro que se junta a su alrededor, me encaminó hacia el ascensor y en cuanto me adentro presionó el botón que indica el piso número cinco.

Luego de unos minutos el ascensor se detiene y abre sus puertas dejando ver un pasillo espacioso con varias puertas. Me acerco a la tercera y abro de golpe sin siquiera tocar la puerta.

— buenos días... – todos los presentes me giran a ver y yo los veo a ellos.

Solo hay cuatro personas, un joven bicolor, un hombre de cabellos blancos, otro de cabellos grises y un hombre de cabellos negros que aparentemente estaba leyendo un libro.

— quién eres? – pregunta el bicolor.

— es ella – dice el pelinegro.

— es ella? – repiten el de cabellos grises y el de cabello bicolor.

— es ella! – habla el que está vestido como una clase de...payaso?

— eeeeeeh? – los miro con confusión ya que no entendí su pequeña plática.

— al fin llegas ___-chan! – canturrio el payaso pasando unos de sus brazos por mi hombro pegándome a él.

— ¿Como sabes mi nombre? Espera... Mejor dime ¿Quien eres? – pregunto alzando una ceja, no lo separó, parece ser alguien interesante así que me puede servir para algo.

— ¿Qué? ¿Qué quieres saber mi nombre? ¡BINGO! ¡Mi nombre es Nikolai Gogol! Y a partir de ahora seremos los mejores amigos! – canturrio mientras empezaba a dar vueltas de un lado a otro a mi alrededor.

— no le haga caso, Señorita, mi nombre es Sigma – se presentó el joven bicolor de manera educada. Parece ser alguien algo tímido? Quizás.

— yo soy Iván... Y el es el amo Fyodor – se presentó el hombre de largos cabellos grises y luego señaló al hombre delgado que estaba leyendo un libro.

Este me miró y sonrió, pero era una sonrisa que era demasiado obvio que era falsa.

Parece ser que mi estadía aquí en Yokohama se pondrá interesante...



🍷



Pasos para embarazar a un Mafioso [Nakahara Chuuya x Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora