🐺Capítulo 7🐺

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Mientras tanto los Farkas preparaban su ataque y no solo atacarían a los Daciana sino también a los Chann.

Los Dolph nunca fueron una amenaza para ellos.

Zane Farkas el alfa de los Farkas casi nunca habla, si lo hace es solo para dar órdenes. Su esposa Kai es muy callada, no es mucho de hablar ni sonreír.

Parece una flor que arrancaron el brillo de la manera más cruel.

También se cuenta que esa mujer de sonrisa escasa no era de estos lares. Comentaban que Zane Farkas, la había sacado de las profundidades de la oscuridad.

—Ya llegará el momento de recuperar lo nuestro —dice a unos de los Betas que está sentado a su costado bebiendo licor.

Al otro lado, se encuentra Victor Farkas, beta legimitivo de Zane. Está concentrado en lijar sus guantes de garras.

Victor es muy callado y reservado. Tiene la mirada de preocupación como si algo le doliera.

—Sí y esta manada se unirá en uno solo. Seremos lo que siempre soñaron nuestros antepasados —contesta —esas mujeres serán nuestras.

—Tú, Victor, prepara a toda la manada para el ataque —dice mirándolo con indiferencia.

—Está bien, pero qué hay de los muchachos —pregunta por sus sobrinos.

Zane tenía ocho hijos varones, el mayor Fenrir Farkas, sería el siguiente alfa.

—Ordena al chofer que recoja a los niños, y no te preocupes por Fenrir, ya me comunicaré con él.

Victor sale en silencio y hace lo indicado.

—Tú, Sam, ordena a las mujeres que preparen las indumentarias y todo lo necesario. Qué sean buenas en algo —ríe con sarcasmo .

***

"Deja que el frío matutino te envuelva en su regazo y piensa en mí.

hazlo de la manera más sutil

para así envolver mi sueño con la tuya

y fundirnos en el ocaso del infinito.

Deja que el cielo te contemple

y al caer la noche

piensa en mí

que yo haré lo mismo..."

Lo leo en voz alta. La poesía ha sido una forma de escape para mi sucia existencia. Ir a casa y ver las discusiones de papá y mamá no me agradan. Ver a mis hermanos menores escondidos detrás del sofá esperando que papá empiece a gritar a mamá, y solo llorar.

Pero, ¿qué les hace pensar que gritar resolverá las cosas? A veces siento odio de mi género, odio por haber crecido con una imagen paternal tan ...

No me apetece casi nunca volver a casa, sino fuera por mis hermanos de tres y cinco años y mi madre, seguro que me marcharía.

Muchas veces he pensado dejar la manada. Empero no me agrada dejar a mi madre desamparada.

El sol cae muy fuerte. El aire fresco de las montañas golpea mi rostro. Anhelo ser un ave y volar libremente en compañía del viento, solo así supongo que sería feliz. O estaré equivocado, quizá la felicidad tampoco haya en el espacio del universo.

Las clases últimamente se han tornado aburridas. Bueno, desde que se fue Rochester, no hay con quien descargar esta adrenalina de ira.

Suena mi teléfono.

ACCALIA Y LA BATALLA DE LOBOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora