𔘓̷ ࣪ 𝟎𝟐 𓈒

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Sunghoon se encontraba en su apartamento, más específicamente en el baño, recién terminando de ducharse y con una toalla secando su cuerpo y cabello

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Sunghoon se encontraba en su apartamento, más específicamente en el baño, recién terminando de ducharse y con una toalla secando su cuerpo y cabello. Salió del baño con la toalla envuelta en su cintura, dirigiéndose a su habitación. Se vistió rápidamente, colocándose una camiseta celeste manga corta, junto a un pantalón a cuadros, negro y gris, con unos zapatos negros, relucientes, peinó un poco su gris cabellera y tomó un bolso cruzado negro. Se encaminó a la cocina, donde en un envase se hallaba el almuerzo que no le dió tiempo de comer y lo metió en el bolso, junto a su teléfono. Salió de su pequeño apartamento y se dirigió a la dirección que le había indicado Heeseung.

Cuando llegó, entro en el edificio y ya en
el ascensor, marcó el piso tres, se vió en
el espejo del ascensor y pasó su mano
derecha por su cabello, estaba nervioso. El
ascensor se detuvo y bajó del mismo, llendo
al apartamento indicado. Antes de tocar
el timbre, alisó su camiseta y su pantalón
sacudió, limpiándolo de polvo que no
tenía. Tocó el timbre y esperó, golpeando
constantemente el piso con su pie. La puerta se abrió, dejando a la vista a Heeseung, con su hijo escondiéndose tras sus largas piernas, curioso.

— Hola. — sonrió y nervioso movió su mano a modo de saludo.

— Hola, Sunghoon, pasa. — cargó a su hijo y le dió espacio al bajito para que pasara.

— Gracias. — murmuró entrando, aunque
quedándose parado a un lado de la puerta, la verdad no sabía como actuar.

— Ten, cargalo, si quieres siéntate en el sofá — el mayor estiró sus brazos, con su hijo en ellos, para que el contrario lo cargara.

Hoonie. —.el bebé rió un poco cuando su padre lo movió, sus piernitas columpiándose. El peligris reaccionó y tomó al niño, viéndolo unos segundos, segundos en los que quedó hipnotizado por la belleza de Heemin y la ternura que le causaban su linda carita y sus pequeñas manos agarrando su nariz, como si quisiera llevársela.

— Se tiene que acostumbrar a ti, su niñera
anterior renunció porque no lo soportaba, — rió viendo como su hijo se entretenía con
uno de los aretes de Sunghoon. — ah, aunque el tampoco la soportaba a ella, lloraba sin razones, para agotarla, supongo, la verdad no sé que pasa por su cabecita. Mi hijo es muy inteligente — volvió a reír.

— ¿En serio? No le puedo creer cuando es tan tierno.

— Oh, créeme, no has visto como se porta con uno de mis amigos.

— Ver para creer, señor Heeseung. — habló
Sunghoon, dirigiéndose hacia la sala.

— Bueno, voy a terminar de arreglarme. —Se fue su habitación.

Sunghoon se sentó en el sofá con Heemin en su regazo y, con un poco de dificultad, quitó el bolso de su hombro, dejándolo a un lado. La mayoría de veces en las que Hoon se encontraba con un bebé, estaría abrazándolo y mimándolo mucho, y Heemin realmente no era una excepción. Besó los rellenos cachetes del bebé, su frente y nariz, haciéndolo reír y cerrar los ojitos, momento que aprovechó para dar con cuidado un par tiernos besitos en sus ojos. El niño con sus manitas apretó sus mejillas.

⿻  𝐀 𝐁abysitter 𝐀nd 𝐀 𝐒ingle 𝐃ad  𝇁𝇃𝇂  𝐇𝗲𝗲𝗵𝗼𝗼𝗻 ‹𝟹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora