𔘓̷ ࣪ 𝟎𝟔 𓈒

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Sunghoon sacudió su overol antes de tocar la puerta, jugó con la tira de su bolso hasta que esta fue abierta

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Sunghoon sacudió su overol antes de tocar la puerta, jugó con la tira de su bolso hasta que esta fue abierta.

— ¿Sunghoon? ¿Qué haces aquí? — un
confundido como despeinado Heeseung
preguntó. — Sabes que debes venir por la tarde, ¿No?

— Uh, sí, es que mi jefe tenía que hacer algunas cosas y nos dió el día libre a noona y a mí. — tragó saliva. — Quise venir para ayudarlo un poco, no pensé que le molestaría, lo siento, si quiere me voy. — ladeó su cabeza, mirando hacia cualquier lugar que no sea el cuerpo del mayor, rascando la piel tras su oreja.

— No, no quiero que te vayas, — tomó la muñeca del menor y lo acercó a sí. — lo siento, pequeño, me desperté hace unos minutos y todavía estoy un adormilado. — soltó la muñeca del peligris. — Pasa, por favor.

— Gracias, hyung, perdone la molestia. — entró, inmediatamente recostando su mano con el bolso sobre la pared para equilibrarse y así poder, con su otra mano, quitarse los zapatos.

— No molestas, en serio. — se adentró al
apartamento y caminó hacia la cocina. — ¿Ya desayunaste?

— Si, si, no se preocupe, gracias. — se sentó en el sofá, dejando su bolso a un lado suyo. Cuando vió al mayor sentarse en la mesa con una taza de café y unas tostadas, apoyándose en el reposabrazos del sofá, preguntó. — ¿Y Heemin?

— Ah, todavía debe estar durmiendo, ve a
despertarlo si quieres, va a estar feliz de verte tan temprano. — dijo luego de darle un sorbo a su café. — Está en mi habitación.

— ¡Hyung! ¿Qué le he dicho de dormir con
Heemin? ¡Se va a acostumbrar y después
no va a poder dormir si no es a su lado! —
reprendió el menor y el pelirrojo formó
puchero.

— Si, si, vete a despertar al niño, vamos. — agitó su mano, restándole importancia, para luego llenar su boca con una de las tostadas.

— Malo, como me echa. — dijo y empezó a
encaminarse a la habitación. Al estar frente
a la puerta de la habitación, la cual estaba
entreabierta, asomó su cabeza por el espacio que había, viendo al niño acostado en la cama, sin embargo, despierto y jugando con sus piecitos. Se adentró. — Hola, bebé.

— ¡Hoonie! — dijo Heemin, feliz e intentando sentarse sobre la cama, haciendo reír al peligris.

— Ya, ya, tranquilo. — se sentó en la cama y cargó al pelinegro, sentándolo sobre sus piernas. — ¿Cómo está el bebito más lindo del mundo?

— Bien, gracia — dijo el pequeño y Hoon
sonrió.

— ¿Tienes hambre? ¿Quieres comer, mi amor? — preguntó haciendo cosquillas en la rellena barriguita del niño, quién asintió riendo. — Está bien, vayamos a comer. — se paró con el niño en brazos y salió de la habitación. En la sala, vió como su hyung seguía comiendo, dejó a Heemin en el sofá, encendiendo la tele. — Hyung, ¿El desayuno de Heemin está listo o lo tengo que hacer? — se acercó hasta donde se encontraba el mayor y tomó asiento a su lado, recostando su cabeza sobre la mesa.

⿻  𝐀 𝐁abysitter 𝐀nd 𝐀 𝐒ingle 𝐃ad  𝇁𝇃𝇂  𝐇𝗲𝗲𝗵𝗼𝗼𝗻 ‹𝟹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora