—En total, contamos con veintiocho lotes de exterminadores. Todos ellos poseen habilidades genéticas altamente experimentales —admite—. Cada exterminador tiene algo único; algunos de los sujetos de prueba lograron sobrevivir, aunque no cumplían con las expectativas de los científicos en cuanto a su aspecto físico.
—Interesante. ¿Qué tipo de aspecto buscaban los científicos? —pregunta, curiosa.
—Ya lo sabes, April. Debíamos mantener una apariencia humana y amigable para evitar que la población se percatara de nuestra presencia —murmura, con fatiga.
—Pensé que los científicos buscarían una apariencia diferente para ustedes —dijo con disgusto.
—Descansa, mañana será un día largo y no toleraré tus quejas —ordené.
Una vez más, la noche transcurre velozmente y, al primer rayo del amanecer, ya estamos saliendo del establecimiento. April ha descansado bien y ahora tiene aún más preguntas. En el camino, Y6 y April charlan animadamente sobre diversos temas.
—¿Escuchas eso? —me pregunta Y6, girándose hacia mí. Agudizo mis oídos para percibir el sonido del que él me informa.
April permanece en silencio, observándonos detenidamente, pisadas rápidas y pesadas se acercan hacia nosotros. También logro percibir varios latidos cardíacos. Una manada de mutantes se encuentra cerca de nosotros.
Y6 y yo tomamos a April del antebrazo y nos movemos rápidamente para ocultarnos entre la maleza. Un grupo de mutantes tiene un rostro alargado, patas cortas de tres dedos, un cuerpo pequeño de aproximadamente veinte centímetros de altura, cuello corto y espalda arqueada.
Las criaturas son una amalgama de rasgos de lagarto y hiena, con grandes ojos rojos y una expresión trágica, desplazándose en posición invertida. Sus extremidades están especialmente adaptadas para la velocidad, sugiriendo que son depredadores ágiles. Los mutantes se mueven entre la maleza, dando la impresión de que buscan a alguien.
—¿Crees que estos mutantes nos están buscando? —pregunta April en tono bajo.
—No estoy seguro, pero debemos permanecer alerta —respondo, la manada sigue su avance y pronto desaparece entre la maleza.
—No sé si sería prudente alejarnos o si sería más conveniente quedarnos donde estamos —admito.
—Sin embargo, lo más sensato sería quedarnos —afirma Y6, con tono seguro—. Esas criaturas son rápidas.
—¿Cuál es el motivo de no querer alejarnos de este lugar? —pregunta April.
—La razón es que al movernos podríamos alertar a los mutantes de nuestra presencia. Si permanecemos inmóviles, podremos ocultar nuestras huellas —explica Y6—. Lo digo basándome en mi experiencia; llevo mucho tiempo en este sitio.
—Estoy de acuerdo en seguir tu sugerencia —admito—. Pero una vez que estemos lo suficientemente distantes, continuaremos nuestro viaje.
—Vamos a dirigirnos hacia allá —apunta a un lugar entre los árboles—. Podemos ocultar nuestro olor con el lodo —me recuerda Y6.
—Tienes razón —caminamos en esa dirección, donde encontramos un charco de lodo.
Y6 se recubre de lodo, así que decido seguir su ejemplo para no perder más tiempo, April nos observa con seriedad. En su mirada se aprecia que no desea ensuciarse, pero comprende que es necesario para sobrevivir.
—April, hazlo ahora mismo, no disponemos de todo el día —le insto. Ella suspira, se acerca a nosotros y finalmente se arrodilla frente al charco de lodo.

ESTÁS LEYENDO
Exterminio: El Comienzo
Khoa học viễn tưởngFui creado para matar sin sentir culpa, para destruir y asesinar sin compasión. Pero ella llegó, y yo no sabía lo que era amar; eso no estaba en mis planes ni en lo que me enseñaron como exterminador. Hasta que esa pequeña pelirroja me mostró lo que...