No hay persona, por muy escéptica que sea, que no haya creído alguna vez que los deseos se cumplen. Todos pedimos un deseo al soplar las velas, al comer las uvas en Nochevieja, al ver una estrella fugaz, cuando pasamos una mala racha... Nos gusta pensar que aparecerá el genio de Aladdin y nos concederá tres deseos. Pero la realidad es que esa magia no existe, no hay una fuerza superior que cumplirá nuestros sueños.
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Si tuviera que pedir un deseo
RomanceÁgatha ha tenido una vida cargada de situaciones que han condicionado su forma de ser, de vivir, de querer. No le ha sido fácil conseguir llegar a donde ha llegado y, ahora, quiere contarle al mundo, desde el principio, como se formó su vida.