Había una vez, estaba este chico que solía sentarse junto a mí en las reuniones de pilares. Debo confesarles que tengo un gran crush con este chico, aunque él ni siquiera sabía que yo existía. Cada día, como de costumbre, este chico llegaba a las reuniones y se sentaba a mi lado, e incluso a veces me hablaba... ¡sobre su novia! Así que nunca llegué a decirle que me gustaba. Pero permítanme contarles la historia con más detalles.
Él me mira y yo finjo una sonrisa para que no note que deseo y necesito todo lo que deberíamos ser. Apuesto a que la chica de la que él me habla es preciosa y tiene todo lo necesario para vivir, mientras él me habla sobre ella.
"Como te decía, ella estaba comiendo y por estar distraída tomó la sal en vez de la azúcar y se tomó el jugo lleno de sal", mencionó él. Yo me río porque es tan gracioso. "Si solo supieras que ni siquiera puedo ver a nadie cuando estás conmigo", agregué en mi mente.
"Es demasiado hermosa, nunca había conocido una chica tan maravillosa como ella", dijo él, mostrando lo enamorado que está. Me pregunto si sabe que es todo en lo que pienso por las noches.
Después de esa plática donde solo él hablaba de su novia y yo escuchaba, ahora estábamos caminando juntos. Él camina a mi lado, ¿acaso no puede notar que no respiro? Y ahí va tan perfecto e impecable, como me gustaría ser.
Traté de llamar su atención y miré esos preciosos ojos, al momento pensé lo afortunada que es su novia de tenerlo.
Él volteó a mirarme y me quedé viéndolo en silencio hasta que hizo unas señas para captar mi atención, ya que me vio distraído.
"Si no estuviera Mitsuri, ¿en quién crees que te fijarías?", le pregunté.
Él se quedó en silencio pensando y mirando hacia la luna respondió: "No me fijaría en nadie, no imaginaría una vida sin ella".
No dije nada más y seguí caminando en silencio. Será mejor que ella lo abrace fuerte y le dé todo su amor. Cuando dejé a Iguro en su finca, me dirigí a la mía. Caminé solo a casa y al cabo de unos minutos llegué. Encendí las luces para ir directo a mi habitación. No creo poder dormir esta noche; pondré su foto debajo de mi almohada y quizás pueda conciliar el sueño.
Me dirigí hacia donde estaba mi guitarra para tomarla y sentarme en la ventana mientras miraba las estrellas. Comencé a tocar esa melodía que tanto me recordaba a él. La guitarra empezó a mojarse y ahí me di cuenta: É𝘭 𝘦𝘴 𝘭𝘢 𝘳𝘢𝘻ó𝘯 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘭á𝘨𝘳𝘪𝘮𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘮𝘪 𝘨𝘶𝘪𝘵𝘢𝘳𝘳𝘢. Lo único que me impulsa a pedir un deseo a las estrellas es la melodía que canto en mi ventana, aunque no sé por qué lo hago.
El único que ha tenido suficiente de mí para romper mi corazón es el tiempo necesario, pero nunca suficiente. Él es todo lo que necesito para caer.
Iguro me mira y finjo una sonrisa para que no se dé cuenta de lo profundo de mis sentimientos.
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𝙏𝙤𝙙𝙤 𝙚𝙣 𝙡𝙖 𝙫𝙞𝙙𝙖 𝙘𝙖𝙢𝙗𝙞𝙖
RandomSerán cortos de Obagiyuu con canciones de Taylor Swift, aunque también podría agregar canciones de otro cantante.