#17 •Un presentimiento•

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Pov: ___

Cuando bajé a desayunar, únicamente estaba Roberto Cein. Me alegró bastante verlo ahí, ya que nunca habíamos tenido la oportunidad de convivir.

Me senté a su lado y desayunamos juntos, realmente era una persona muy agradable y divertida. Quedamos de irnos juntos al evento ya que estuviéramos listos.

Sin más, nos despedimos y ambos fuimos apresurados a arreglarnos para el gran evento.

Una vez llegué a mi habitación, dejé mi teléfono en mi cama con algo de música y me duché con agua tibia. Procedí a maquillarme, nada muy exagerado, con un par de brillitos por ahí y algunas piedras por allá.

Hasta eso no se me complicó mucho, pero una vez que llegó el momento de plancharme el pelo se me nubló todo.
Desde que me rompí el brazo izquierdo, no me había peinado ni una sola vez, sólo me lo cepillaba.

[Dios, ¿cómo voy a hacer esto?]

Traté de alizar algunos mechones pero era demasiado complicado.

Aunque, para mí fortuna, una persona tocó la puerta.

TOCK TOCK

Fuí a abrir y era ROIER.

___: AAAAHH!! Nunca había estado tan feliz de verte -dije casi llorando-.

Roier: ¿Por qué? ¿Qué pasó?

___: Necesito tú ayuda, y no me puedes decir que no.

Roier: No me gusta cómo suena esto...

___: ¿Me puedes planchar el pelo? Te lo ruegooo

Roier: No seas pendeja ___, te voy a dejar pelona.

___: No importa... Ayúdame, por favor, te pago 10 subs si quieres, pero plánchamelo!.

Roier aceptó, o es un decir, porque prácticamente lo obligué. Él nunca había hecho nada parecido, pero con tal de ayudarme se guardó el miedo.

Para ser honesta, lo hizo mejor de lo que esperaba si ignoramos el hecho de que nos quemamos los dos cómo 5 veces.

Roier: Bueno yayaya, es hora de que te cambies... Por cierto, me gustó mucho el vestido que escogiste, se mira muy chido.

Le sonreí a Roier y él salió de la habitación para que me pudiese poner el vestido. Y él tenía razón, era un bello azul con algunos brillos en plata, el cuál resaltaba bastante mi cabello y ojos.

Ya sólo hacían falta los accesorios y estaría lista y a tiempo para irnos al Auditorio Nacional.

Le dí los toques finales y bajé al lobby a esperar la llegada de Roberto para poder irnos.

Esperé... Esperé y esperé y NUNCA llegó.

Barca: Oigan, ¿Y Roberto? -preguntó a la bolita que estaba sentada en el lobby -.

Juan: Ni idea, estamos esperándolo desde hace media hora a él pendejo y no llega. Díganle a Gregorio que siempre si queremos la Van.

Sl*t!  (Quackity y ___)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora