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Las últimas cajas habían sido puestas en el piso, de los rosados labios de la castaña salió un ligero suspiro, limpió la fina capa de sudor que había en su frente y sonrió orgullosa.

Se acababa de mudar a un departamento, completamente sola, por fin sus padres habían accedido a soltarla un poco, eran muy sobreprotectores con ella pese a tener veintidós, pero supone que es normal, sus padres solo se preocupan, pero desde que recibió ese diagnóstico a los diecisiete sus padres se había vuelto su sombra.

A Sana no le molestaba, simplemente que a veces se sentía algo sofocada, amaba a sus padres, pero parecía que desde que recibió ese diagnóstico todo el mundo se había vuelto de púas y ella estaba hecha de globos, Sana no veía nada de malo o que algo haya cambiado, siempre fue una niña normal, tuvo que adaptarse a su entorno para "sobrevivir" entre los neurotípicos, quizás sí había claras señales peculiares que pudieron levantar sospechas, como que era una niña que evitaba a toda costa convivir con sus compañeros y la mayor parte del tiempo la pasaba sola, o que no podía masticar la carne porque le daba asco y terminaba vomitando, o incluso sus altos niveles de ansiedad, pero fuera de eso era completamente igual a los demás, era una niña energética a su modo y era muy amable.

Para sus padres fue toda una sorpresa, pero para Sana fue como encontrar esa pieza de LEGO que creía perdida, por fin había una explicación a su constante sentimiento de no encajarcon los demás, por fin había una respuesta a su sentimiento "extraterrestre". Le explicaron muchas cosas que resolvieron todas sus dudas.

Y ahora ahí estaba, en su nuevo departamento, se sentía genial saber que era completamente suyo, podría acomodarlo a su gusto, poner sus figuritas de dinosaurio en los estantes, acomodar sus libros por tamaños o colores, podría escuchar la música que quisiera a la hora que quisiera, era simplemente genial.

Sus padres habían accedido a que la muchacha pudiera independizarse, Sana siempre trabajó en su tiempo libre y desde niña ahorraba dinero, quizás eso también pudo ser una clara señal.

Luego de hablarlo y convencer a sus padres estos dijeron que sí cuando supieron que Mina y Momo estaban a solo unos pisos de distancia de su hija.

Luego de hablarlo y convencer a sus padres estos dijeron que sí cuando supieron que Mina y Momo estaban a solo unos pisos de distancia de su hija

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