-Señor, tenemos noticias de la señorita Irina. Dice Cristopher entrando de golpe en el despacho de Marc -Dime. Dice con gran interés. -No creo que sea de su agrado señor. Le dice Cristopher. Marc guarda silencio mientras se recuesta suavemente en su sillon -Estaba con un hombre en su departamento. Dice Cristopher de golpe, Marc se queda en silencio, como procesando lo que acaba de escuchar -¡Un hombre! ¡En su maldito departamento! ¡¿Que carajo hacia ese tipo allí?! ¡¿Quien es?!.
-Su nombre es Anthony Santos, oficial del FBI.
-¿Qué?. Dice Marc sentandose de nuevo -Dices que se llama anthony, esto a de ser el destino, no creo que sea coincidencia.
-No sabemos nada más.
-No me importa en lo absoluto, como Irina pudo hacerme esto ¡No puede ser! Se levanta de nuevo y con un brazo lo pasa con fuerza sobre su escritorio lanzando todo -Quiero mas información acerca de el, al final del día me dirás que has conseguido ¿De acuerdo?.
-Pido mas tiempo es demasiado pronto y...
-No me interesa Cristopher eso me suena a problema personal.
Cristopher sale del despacho directo a Max y a Marcelo -Tenemos que averiguar mas sobre ese tipo, ese tal Santos. Max y Marcelo acceden y parten de regreso a la ciudad, llegaron frente al edificio donde vive Irina cuando las puertas de cristal se abrieron de par en par saliendo de ella Irina tomada del brazo con Anthony, los tres se ruedan a un lado y simulan estar distraídos para seguirlos, pero Anthony no es ajeno a la presencia de ellos, se queda fuera del auto y hace una llamada, y regresa nuevamente al edificio. -Irá uno solo. Ordena Cristopher. -Max ¿Vas? Pregunta Marcelo y este asiente, entra al edificio y pide el ascensor, mientras espera frente al ascensor tranquilamente Anthony se desliza por las escaleras y le apunta con una pistola -¡Alto! ¡Policia del FBI! ¡mantenga las manos en la cabeza!. Max lo hace y en segundos entran Cristopher y Marcelo con dos rehenes -Estamos a par ¿Que tal un cambio? Dice Cristopher, Anthony permanece quieto buscando una salida pero no tiene elección, baja su arma y Max se dirige a ellos, -Hazlo. Dice Cristopher y Marcelo tira del gatillo y le dispara al hombre que llevaba del brazo, el cuerpo cae derramando y esparciendo por las blancas y lisas baldosas del edificio su sangre -¡Malditos! Grita Anthony lleno de ira y odio, en minutos llegan mas agentes, Anthony había llamado en caso de emergencia, Marcelo le disparo a Anthony pero no consiguió mas que herirlo en el brazo derecho, tomaron el ascensor hasta llegar al estacionamiento, ya no tenían auto, se lo habían llevado, así que tras varios intentos fallidos de robar un auto salieron corriendo, alrededor de diez policías los perseguian corriendo y otros tantos en vehículos, los tres se metieron en una zona de señal de radio, al hallarse acorralados Macelo trepó en la cerca a su espalda al igual que Max, Cristopher intento hacer lo mismo pero Anthony colgó de su morral y lo atrajo de regreso tirándolo contra el rocoso suelo, golpeó la reja con el arma odiándose por haberles permitido escapar, le dio un par de patadas y golpes a Cristopher hasta que finalmente se lo llevaron.
Anthony se había disculpado con Irina y le había dicho que necesitaba atender este asunto, a las dos horas de regresar ya Irina no estaba en el auto, ni en el edificio, había desaparecido.
-¡Como que atraparon a Cristopher! ¡¿Cómo dejaron que algo así pasara?! ¡Estúpidos! ¡Ineptos! ¡Largo! ¡Fuera!. Con la cabeza gacha Max y Marcelo fueron reñidos estrictamente por el fracaso de su misión -Jefe. Dice Marcelo. -Esto se le callo al policía cuando salio del edificio. Le tiende una tarjeta, Marc la recibe y la observa de lado a lado y la lee:Anthony Santos.
Cel: 3107690007
Tel de oficina 9017729
Abogado Profesional.-no creo que sea abogado, es una especie de forma de comuflarse. Comenta Max
-Si lo mismo digo, ya que yo hacia eso, me identificaba como farmacéutico, pídanme una cita, mañana me dicen el día y la hora.Anthony estaba en el cuarto de interrogaciones con Cristopher, lo mira con tranquilidad mientras se sienta frente a él con un aire de arrogancia -¿Me dirás que diantre quieres? ¿o para quién diablos trabajas? o alguna basura útil que salga de tu boca. Cristopher no se molestaba ni en mirarlo, Anthony perdía la paciencia, -¡Maldita sea! necesito información, ya, ¡ahora! le dio un fuerte puño a la mesa e hizo temblar las cadenas de las esposas sobre la mesa. Poniendo su dedo índice en la frente de Cristopher le dice suavemente -No sé qué quieres, pero te juro que mañana a esta hora sabré todo lo que yo quiera. Por primera vez Cristopher levantó la mirada y le dijo -Yo también tengo poder, Señor Santos, y mucho más violento. Anthony salió de la habitación y le dijo al guardia -Mañana a la misma hora. Y desapareció en el pasillo.
Irina llegó al umbral de la habitación de Marc, este estaba recostado en la cabecera de la cama con los dedos índices en las sienes. -¿cariño? dijo modelanto junto a la cama -cállate. dijo él apretando los dientes -¿por qué no vas a ver a tu oficial? debe estar muy preocupado buscándote. Ella guardó silencio mientras se le formaba un remolino de terror en el estómago, balbuseó algo y Marc se levantó en vilo de la cama y acercándose a Irina y solo conteniéndose por la moral le dijo entre dientes -No te atrevas a mentir. Ella pasó su lengua sobre los labios y dijo -Todos mentimos para vivir, hasta tú lo haces. Él fue sentándose lentamente sobre la cama -Podré mentirle a todos, al mismo Dios si me conviene, pero jamás a ti, Irina de mis insomnios.
Ella se sentó junto a él y organizando sus palabras sobre la lengua dijo -Yo me relacioné con ese oficial por ti, pensé que quizás podría ser útil para ti que yo tuviese a uno de esos frutos extraños a mis pies y a mis servicios, mas debes saber amor mío que eres tú el dueño de mi corazón, soy tuya y tu mío, Marc, dueño de mi corazón. Él sonrió, -No quiero compartir tus curvas con nadie, son mías, así que no quiero que lo vuelvas a ver, ya tengo agentes a mi disposición; así que cámbiate, vamos a Miami a comprar algunas cosas mi amor.
-Irina de mierda. Pensaba Anthony mientras andaba en su vehículo sin rumbo con la vana esperanza de verla deambular en alguna calle, almacén o cafetería. Se estacionó en un parque y bajó a meditar unas horas, pensó profundamente en el amor que se estaba formando en su corazón, en su vida -Irina, por qué no me amas cómo yo te amo, ámame, maldición y te prometo el mundo, te prometeré lo que quieras, lo que sea para cautivarte. En ese momento sonó su celular, suspiró hondo y contestó sin prisa, -Fabian.
-Señor, ¿es usted pareja de la señorita Irina?
-Algo así, ¿por qué?
-está aquí en el aeropuerto, al parecer esperando algún envío.
-vigila su ubicación en cinco minutos llegaré.
-Está con otro hombre, señor, lleno de escoltas, no distingo su rostro.
-En dos minutos llegaré.
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Yo También.
Teen FictionLa increíble historia del gran éxito, de la canción de Marc Anthony y Romeo Santos, igualmente titulada "Yo también" cobra vida en una historia.