Anthony Santos es un oficial del FBI, mano derecha de muchos superiores y mejor amigo básicamente de casi cualquier persona, es reconocido semanalmente por su excelente trabajo.
-Sigue así Santos, sigue así. le dice al oído su jefe después de recibir un nuevo título -felicidades. le dice Charlie Kavannag, un muy amigo suyo -gracias. le contesta, como siempre con el pecho hacia afuera y la mirada en alto -¿Que tal si vamos hoy por un par de Whisky para celebrar tu nuevo triunfo. le invita Charlie mientras salen del edificio -sí, me encantaría, vamos. Le contesta Anthony -vamos. le sugiere -¡a Starbucks?
-Por su puesto que no. le contesta Charlie -amigo, vamos a beber, no quiero un café. Anthony le pone los ojos en blanco, pero accede. Charlie y Anthony se acercan y se sientan en la barra -¿con que te quieres pasar de tragos?. le pregunta Charlie -Sólo quiero un Whisky. Dice Anthony con un intento fallido de indiferencia -a mí un vodka. dice Charlie -con hielo. agrega.
-Wow mira eso Anthony, ni el alma más pura se resistiría a eso. dice Charlie contemplando la belleza que lleva la nueva mesera del bar. Anthony desvía la mirada hacia la bella chica que pasa justo por el frente, Anthony carrasquea -Mientras voy al baño le hablas ¿Vale?. Y sin esperar respuesta Charlie se para de la barra y se pierde entre la multitud. Incómodo por el poco espacio Anthony se trasladó con sus vasos a un sofá rojo de cuero con una mesa cristalina, que se encontraba cerca de la barra, que estaba recién desocupada, la mujer de la que habló Charlie se acercó a Anthony, pero la mirada que le dirigió no era de una simple mesera a un simple cliente, llevaba en sus labios pintados una sonrisa ladeada y una mirada intensa, con ojos centelleantes y juguetones capaces de distraer a cualquier hombre que le mirara fijamente. -Buenas noches ¿Que puedo servirle?. le pregunta la mujer mordiéndose el labio inferior, Anthony dispara una sonrisa de lado y mira fuerte y firmemente a la chica. -No sé lo que quiero aún ¿Podría darme unos minutos?. la mujer asiente y se retira de la mesa, Anthony se siente inmensamente lleno de deseo por poseer aquel cuerpo con perfectas curvas y con piernas definidas. -¿Hiciste algo bueno? aparte de cambiar de lugar. le pregunta Charlie -No, más nada. contesta Anthony acabándose el contenido de su vaso. Anthony intenta que le entienda la misma mujer pero esta se pierde completamente de su vista.
Los rayos del sol traspasan las ventanas de la habitacion, el sol se encuentra justo en su momento de lucidez y de ardor más potente, Anthony se levanta, hace la misma rutina diaria, para salir a su trabajo, cuando subía al coche, sonó su teléfono en el bolsillo -Santos. contesta.
-Santos necesito que me hagas un pequeño favor antes de llegar a la oficina. le dice Charlie desde el otro lado de la línea -¿Que ocurre?. Contesta Anthony -Anoche en el bar cuando te fuiste, me pasé un poco de tragos y me vine a casa en taxi, me preguntaba si podías ir por mi coche antes de ir a la oficina -No tengo alternativa. Dice Anthony y sin escuchar lo que dice su amigo en la línea cuelga. Pide un taxi y se dirige al bar, y justo ve el coche frente al bar, Anthony entra al bar y pide las llaves, la mujer de la noche anterior deja caer unas copas a sus espaldas, Anthony se voltea rápidamente y se agacha a ayudarle -No tienes que ayudarme. Dice ella cortante -Me llamo Anthony Santos un placer conocerla. Le dice Anthony ignorando su primer comentario -Irina Shayk. Contesta sin mirarle -lindo nombre. Dice Anthony intentando atrapar su mirada, pero ella le es completamente indiferente.
Una casa gigantesca, con una gran piscina, bar, mesas de billar, muebles obscenamente costosos, pisos de madera, paredes decorativas con piedras de mármol, puertas francesas enormes, vivía un hombre, vestido de traje, por lo alto, lo grande, Marc Anthony, un traficante de personas, un hombre de negocios, sucios, pero negocios, millonario, capaz de cumplir deseos -Christopher. Dice, y como si se tratara de un monarca, Christoper contesta a Marc -Señor.
-Vez algún buen bar y trae mujeres, invita a mis colegas, vamos a celebrar que acaban de llegar a Italia mil quinientas personas y tráeme un vodka.
-Usted y sus negocios son los mejores señor, enseguida. Marc como siempre satisfecho de sus negocios, el dinero que obtenía por horas, y podía conseguir lo que quisiera, -soy completamente capaz de cumplir cualquier deseo. Dice para si mismo -Su vodka señor. Dice Christoper parado frente a la gran mesa de banquetes, Marc lo recibe y hace una mueca maliciosa en su rostro. Pocas horas después el gran jardín del gran palacio como así llaman la casa de Marc, se llena de coches, y de personas, que llenan la gran mesa de hombres y mujeres, vestidos elegantes, un grupo rodea a Marc y empieza la celebración -Señoras y señores. Dice Marc poniéndose de pie -Os pido vuestra atención. Marc levanta una finísima y delgada copa -hoy, hace cinco horas acaban de llegar mil quinientas personas, diez mil novecientos cuarenta y siete millones de dólares acaban de entrar. Un aplauso inmenso llena y retumba la habitación, -A celebrar. Se arma una increíble fiesta, con licor y drogas, ya no parece la gente riquísima que había llegado hace un par de horas eran ahora locos incontrolables. Irina entra en la fiesta, llegó de acompañante de Michael, un abierto amigo de negocios del dueño del bar y de Marc, Marc que al verla le cayo la mandíbula al piso, casi se le salen los ojos de las órbitas al ver la perfecta mirada, el largo cabello, las piernas definidas de Irina quien nota la mirada de Marc clavada en su cuerpo, ella mira a Michael que esta distraído con otras personas, hace un intento de ponerse de pie, pero se detiene y continua con el cóctel de cereza en su mano,Marc se pasa la lengua por los labios y se pone de pie directo hacia Irina, se sienta junto a ella -Buenas noches señorita... Se detiene, ella le dedica una sonrisa ladeada y le contesta -Irina Shayk.
-Señorita Shayk ¿Con quien viene?
-venia con Michael, pero parece que tiene mejores asuntos. Marc se mueve hacia un lado para mirarlo -¿Están juntos?
-No, yo trabajo en el bar del señor Ryan, y él me conoció allí y me dijo que me quería conocer, supongo que este no es mi ambiente.
-¿Ah no? Dice Marc irónico -estas personas que están a tu alrededor. Continua después de dar un trago a su copa -Son muy ricas, tienen muchísimo dinero pueden hacer lo que quieran. Irina frunce los labios.
-Lastima que sean personas malas.
Marc se sorprende de lo que dice -Si, supongo que si. Dice pensativo
-No creo que hayan sudado lo que tienen o bueno al menos la mayoría. Marc tuerce la boca en una fina línea, intenta decir algo pero se detiene -No entiendo. Dice en voz baja Marc -Porque me Inspiras confianza, es como si me interesara mucho en ti,y esto no me suele pasar. Ella no dice nada, lo mira a los ojos fijamente y nota su mirada vacía, el pone una mano en la mejilla y se la acaricia con el pulgar y deposita un delicado beso en sus labios, Marc se pone tenso y ella le suelta el rostro y se pone de pie -Me tengo que ir. Dice, Marc se pone de pie junto a ella -Te llevo a tu casa.
-No es necesario. Dice ella completamente indiferente y ajena a lo que acababa de pasar -Por favor. Suplica Marc -No, gracias. Dice ella con seguridad -Te lo suplico. Dice él con un tono seco -Dije que no. Contesta ella muy autoritaria, -Adiós Marc. Traspasa la multitud de gente y desaparece de la vista de Marc, quien traga saliva en seco, y en segundos se pone de pie para seguirle, Irina se para en la puerta de salida y alcanza a visualizar a Marc atravesando la multitud, y se esconde detrás de una palma junto a la puerta,Marc sale y mira hacia todas partes, mete la mano a su bolsillo y saca su iphone, marca, habla unos segundos y cuelga, vuelve a repasar la mirada por todas partes y entra nuevamente al gran palacio de Marc Anthony, Irina le observó cada acción que tuvo mientras estuvo fuera, salio a la carretera, pidió un taxi Y se encamino nuevamente a la ciudad.
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Yo También.
Teen FictionLa increíble historia del gran éxito, de la canción de Marc Anthony y Romeo Santos, igualmente titulada "Yo también" cobra vida en una historia.