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El rubio se encontraba despertándose de una larga y cómoda siesta en el sillón de la sala, restrego sus ojos bostezando y a la vez alzó sus brazos para estirarlos, se levantó rápidamente del sillón para poder estirar todo su cuerpo, y, que este truene, truene y truene, como si sus huesos se estuvieran rompiendo con solo estirarse un poco...
Se dirigió hacia las escaleras y subió estas, yendo directamente hacia el baño para cepillarse los dientes, arreglarse su pelo, lavarse su hermoso y pálido rostro, maquillarse y de paso, cambiarse de ropa. Hizo todo lo que tenía que hacer y fue hacia su habitacion cruzando por la de Heavy, ya que, por así decirlo, las habitaciones de los dos hermanos estaban unidas, cosa que se le hacia algo molesto al rubio pero no podía hacer nada así que, prefería no tener problemas con sus padres; llegó a su habitacion, se acercó a uno de sus muebles, abrió el primer cajón de este y sacó sus audífonos para escuchar algo de música y así lo hizo, mientras escuchaba algunos álbumes de sus bandas favoritas, a la vez, ordenaba un poco su habitación para que no esté tan desornada ya que al rubio no le gustaba ver su amado aposento desornado y sucio...

De la nada tocaron la puerta de la habitacion con unos golpes suaves y repetidos, Dee se quito un audífono de una sola oreja, camino hacia la puerta y abrió esta dejando ver que estaba Glam, quien puso sus manos detrás de su espalda mientras le sonreía levemente.

—Papá, ¿pasa algo? -Pregunto el rubio mirandolo con una expresion tranquila y aburrida-.

—No es nada grave, tranquilo. Solo quería venir a preguntarte si has comprado supresores para tu próximo celo, ¿los compraste, verdad?. -Pregunto Glam-.

—Si, papá. Los compré ayer en la tarde. -Respondio mientras se recostaba en el marco de la puerta-.

—Esta bien, que bueno que los hayas comprado. Tu celo será pronto, sabes que si no los compras no serás capaz de controlar tus impulsos y feromonas, tambien por esas casualidades atraigas a muchos o muchas Omegas, quizás que alguno te guste en algún futuro. Tu ya sabes que cuando un alfa y un Omega tienen por pri-. -Glam no puedo terminar de hablar ya que Dee lo interrumpió-.

—Ahh... -Suspiró- dios... Papá, no me gusta hablar contigo sobre estos temas. Prefiero encargarme de ello solo. No necesito a ningún omega. -Dijo mientras apoyaba y sobaba su pulgar junto con su dedo índice encima de sus ojos-.

—Esta bien, lo entiendo. -Dijo con total tranquilidad-, de todas formas si necesitas algo, solo avísame. -Sonrió mostrando los dientes-.

—Si, si. Lo haré. -Respondio y cerró la puerta, dejando a su padre fuera de la habitación-.

Entonces, el rubio siguió con lo suyo, juntando cosas de un lugar, llevándolas de un lado a otro, etc. Luego de una hora termino con la limpieza y se fijo la hora en el reloj de su celular, eran las 7:10 a.m, tambien era viernes el último día de la semana, tenía que ir a la escuela. La hora de entrada era a las 8:00 a.m, el pelirrojo quizás que nisiquiera se había despertado, entonces el rubio fue hacia la habitación del pelirrojo, tocó la puerta y nadie contestó... Entonces se adentro en aquel cuarto, el pelirrojo se encontraba acostado bocabajo con una pierna y un brazo fuera de la cama, con su cabello bastante desordenado, un costado de su boca con un pequeño hilo de saliva escurriendose en su mejilla, el rubio volteo sus ojos y se acercó al menor para despertarlo.

—¡Oye, Heavy!. ¡Levántate tenemos que ir a la escuela, idiota!. -Alzó un poco la voz para lograr despertarlo-.

—Mmm... Déjame dormir... -Se quejo, para darse luego darse vuelta y acurrucarse mucho más con las sabanas-.

—Esta bien. Tu lo pediste. -Fue lo único que dijo para luego empujar al pelirrojo haciendo que este se cayera de la cama y se quejara inmediatamente-.

¿Por qué tuviste que ser tu...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora