Heavy se levantó de su cama con su mente en blanco, tan en blanco como las suaves sábanas de aquella cama la cual estaba algo no, bastante mojada de la noche anterior mas mojada que la mismísima calle cuando llueve acantaros, apenas salió de encima de la cama se vistió rápidamente y observó a Dee, quien dormia profundamente mientras roncaba apenas audible y que para su suerte el rubio tenía puesto las prendas de la parte baja, no quería ponerle su ropa si se llegara a presentar la oportunidad, asi que fue a su armario rapidamente agarro algunas prendas y salió de su habitación corriendo dirigiéndose al baño para bañarse, cuando llego a ese cuarto se desvistio velozmente y encendió el agua caliente, entrando en la ducha y agarrando una esponja con algo de jabón para restregarla en su hermoso cuerpo ya no virgen, mientras restrejaba aquel objeto espongoso trato de ponerse a pensar en lo que había pasado la noche anterior, de la nada se le vinieron unos flashbacks de esa noche haciéndolo que se sonrroje y cubra su rostro con ambas manos, seguido dando un fuerte grito, afortunadamente las paredes estaban insonorizadas así que no pasaba nada, podía gritar tantas veces quieran pero no se escucharía eso era lo bueno de esas paredes; y cuando terminó de gritar se acunclilló poniendo sus manos en su cabeza, con cada gota de agua recorriendo cada zona de su delgado cuerpo, el pelirrojo estaba completamente avergonzado y sentía que se había aprovechado de Dee estando borracho haciéndole cosas que el mayor no quería, que pedía que se detuviera pero no fue así...
-¡Dios mio, dios mio, dios mio! ¡¿Que mierda hice?! ¡Este Maldito celo de porquería!, Dee me matara, mis padres me reviviran y mataran de nuevo, dios -Se hablo a sí mismo-.
El pelirrojo estuvo una hora encerrado en aquel baño lamentandose y llorando durante un largo rato, luego cuando finalmente terminó de bañarse se puso su ropa y salió del cuarto con sus lindos ojos verdes algo rojos por el llanto pero no le importaba, entonces, bajo las escaleras que estaban cerca del baño y fue hacia la planta baja, fue hacia la sala de estar sentándose en el sillón totalmente fuera de esta realidad pensando silenciosamente.
-¿Dee se enfurecerá conmigo? ¿Que haré si ya no me dirige más la palabra? ¿Como si quiera podré mirarlo a la cara? ¿Por que no le pedí a papá que cerrará la puerta de mi habitación desde afuera? Estoy muerto. -Pensó el pelirrojo, sumergido en sus lamentables pensamientos-.
Estaba tan perdido en su cabeza que no escuchaba los llamados de su madre, quien se acercó a él rapidamente y le dio un coscorrón no tan fuerte ni tan suave.
-¡Auch, eso dolió! -Se quejo el pelirrojo-.
-¿Ahora si me escuchas, niño? -Pregunto sarcástica Victoria, su mamá-.
-¡¡Auchis, mamá!!, eso me dolió muchoo -Fingio llorar el pelirrojo-.
-Eso fue para que no te hagas del que no me escuchas cuando te estoy hablando, mocoso jeje -Dijo con mostrando una sonrisa de dientes-. Deja de estar de perezoso sentado aquí y ve a ayudar a tu padre a hacer las compras para la despensa.
-¿Pero era necesario tanta agresividad, mamá? -Pregunto mirándola con ojos aburridos-.
-Claro que si. Oye, ¿acaso estuviste llorando?
Heavy se quedó en silencio unos minutos pero luego habló.
-N-No, solo se me cayó shampoo en los ojos mientras me daba un baño, jaja soy muy torpe. -Mencionó mientras se rascaba la nuca sonriendo nerviosamente-.
-Dios niño, eres igual de torpe que tu padre cuando fuimos al laberinto encantado jejeje, yo resolvía todos los acertijos y el solo se quedaba viendome.
-Al parecer si, jajaja -Rieron ambos-.
De la nada, Victoria dejó de reirse y abrió sus ojos como plato...
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¿Por qué tuviste que ser tu...?
Короткий рассказEn una noche de excesos, Heavy queda embarazado de Dee, quien no recuerda el encuentro. A medida que el embarazo avanza, secretos y tensiones emergen, desencadenando un torbellino de conflictos. Una historia de engaños, revelaciones ocultas y destin...