Esa mañana me desperté sin haber dormido casi nada por culpa de lo que pasó anoche. Me puse el uniforme y fui a classe.
Cuando iba a entrar a classe vi a Manuel en la puerta y lo paré.
-Tenemos que hablar- le dije muy seriamente.
-Yo no tengo nada que hablar con vos- me dijo mientras se giraba para entrar a clase.
Entró al aula sin dejarme terminar de hablar así que yo también fui a sentarme a mi mesa.
La clase de historia fue muy aburrida y no puse nada de atención hasta que sonó el timbre para ir al recreo. Casi todos fuimos a la cafeteria para poder comer algo, cuando fui vi que Tomás y Pablo estaban solos sentados en una mesa riendose mientras miraban un papel, yo fui a su mesa. Justo cuando me senté pararon de reir y escondieron ese papel.
-¿Que esconden chicos?- les dije.
-Em...¿esconder? Nosotros no te estamos escondiendo nada...- me respondió Tomás un poco nervioso.
-Dale amigo, decile a tu novia lo que te encontraste- Dijo el rubio mientras le daba una palmada en la espalda a mi novio.
Él solo se quedó callado, y Pablo al ver esto decidió hablar por él.
-Resulta que hay una mina que le escribe cartas a Tomás re zarpadas- dijo entre risas.
-Dejame ver- dije mientras tomaba la carta.
La empezé a leer, decía cosas como que se queria garchar a Tomás, que es re lindo y que tengan algo sin que su novia se entere.
-Re atrevida viste- hize una pausa pero sin apartar mi vista de la carta. -¿No teneis idea de quien pueda ser?- pregunté mirandolos.
-Creemos que es Pilar, pero no estamos seguros- me contestó el castaño.
-¿Pilar? Ella no es tan zarpada. No creo que sea ella- dije para después irme a clase otra vez.
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Esa tarde habian los primeros ensayes del grupo de baile. Hoy son los castings pero no creo que entre ninguna chica ya que Mia es la que lo dirige y casi nunca deja entrar a nadie. Yo estoy dentro del grupo y a decir verdad, pienso que somos re buenas y que bailamos muy bien, se que de aquí un tiempo competiremos contra otros colegios así que tenemos que practicar mucho.
Mientras bailabamos vino Manuel a hablar con Felicitas. Se que no es correcto pero fui a escuchar su conversación porque tenia mucha curiosidad.
De lo que hablaron era que ella amenazó a Luna diciendole que no se acerque más a Manuel. Aunque Feli sea mi amiga no justifico sus actos, no deberia haber hecho eso. Cuando ella se fué aproveché para hablar con el mexicano.
-Vení Manuel, tenemos que hablar y ya sabés de que- le dije mientras le agarraba el brazo.
-Mirá, entre vos y yo no pasó nada, ¿está bién?- me dijo serio.
-¿cómo que no pasó nada? Los dos tenemos pareja y deberian saberlo, me siento mal por haber hecho esto Manuel- le dije mientras agachaba la cabeza.
-Ellos no lo van a saber, y olvidate de ese beso porque no significó nada para mi- me contestó muy cortante.
Fingí que no me dolió lo que dijo porque para mi si que significó algo. Quizas estaba emezando a gustar de Manuel pero no lo queria aceptar.
-¿Entonces porque lo hiciste? Porque te recuerdo que me besaste vos a mi- le pregunté.
-Lo hize por impulso, que se yo, dejá de preguntar y hacé como si nada- me dijo para después irse y dejarme allá sola.
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Narra Manuel:
No se porque ayer en la noche hice eso, bueno, no voy a mentir, si se porque lo hice. Julieta me parece re linda y aunque siempre me está bardeando me gusta mucho su actitud. También voy a admitir que me pone demasiado celoso que el pelotudo de Tomás esté con ella y no yo.
Pero tampoco puedo hacer mucho, yo no vine desde Mexico hasta acá para tener noviecitas, vine por mi venganza y no quiero que una mina me desconcentre. Feli no cuenta ya que ella es, por así decirlo, parte de mi plan.
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Narra Julieta:
Estabamos ensayando con el grupo de coreo y vino Marizza porque queria entrar pero Mia no la quiso aceptar. Yo le insistí a mi amiga porque se que Marizza baila re bién pero no me hizo caso. La pelirroja agarró el equipo de musica y lo arrojó al piso haciendo que se dañe y se rompa. Pero después ella misma compró un equipo de sonido nuevo y mucho mejor que el anterior.
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Pasaron unos dias y no hablé para nada con Manuel, a veces cruzábamos miradas pero nada más. Ya era viernes, me puse una ropa linda porque se supone que hoy saldria con mi novio:
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Antes de clase todos estábamos en la cafeteria desayunando. Y justamente encontramos los diarios. Empezé a leer y con lo que leí no pude contenerme las lágimas así que me fuí corriendo hacia mi pieza.
En el diario ponia que vieron a Tomás saliendo de la mapoteca que estaba llena de pétalos de rosas y de velas consumidas acompañado de perfume de mujer.
Todos pensaban que yo y Tomás habiamos estado cogiendo, pero yo se perfectamente que yo no estube ahí. Tomás me estaba engañando por segunda vez.
Me tumbé en mi cama y empezé a llorar descontroladamente, no podia parar de llorar. Yo enserio lo quería y él me hace esto, tengo que descubrir quien fue la chica con la que estubo Tomás. Sentí la puerta cerrarse, alguien había entrado y supuse que era mi amiga.
-Mia, no quiero ver a nadie ahora- dije sin levantar la mirada.
-No soy Mia, soy Manuel- me respondió él.
Yo me giré rápidamente y me sequé las lágrimas para que no me viera llorando de esa manera.
-Si venís a burlarte de mi mejor no vengas, andate de mi cuarto- dije mientras me tapaba el rostro.
-No vengo a burlarme. Ya se que no nos llevamos bién, pero como te vi llorando quise saber que te pasa- me aclaró.
-Bueno, pasó que Tomás me hizo cornuda, otra vez- rompí en llanto.
Él se acercó y se sentó a mi lado para después abrazarme.
-Tranquila, ese idiota no te merece. Siempre supe que era un tarado- dijo mientras me abrazaba más fuerte.
-No me lo puedo creer, ¿porque me hizo esto?- seguí llorando con mis manos en mis ojos.
Manuel me agarró las manos y me besó. Yo le seguí el beso peró a los minutos me separé.
-Pará Manuel. Vos tenés novia y se lo que se siente que te sean infiel, és la peor sensación y no quiero que mi amiga lo experimente- le dije mientras me alejaba un poco de él.
-Está bién, cortaré a Feli- me respondió él.
-Creo que es la mejor decisión, pero no la trates mal porfavor, explicale las cosas sin herir de más sus sentimientos-
-Si, eso haré- contestó con seguridad para después irse de mi pieza.
