Quererse es un camino de rosas con espinas filosas que pinchan cada dos pasos obligándonos a retroceder tres, es un camino con baches profundos que amenazan con tragarte... o quebrarte, ya ni se cual es mejor.
Tal vez creas que es tan fácil como mirarte al espejo y decir me quiero y acepto tal cual soy, cuando en realidad esa mentira es la que más nos cuesta volver una verdad, dicen que mientras más te repitas algo más te lo creerás, pues llevo media vida odiando cada parte de mi ser... tiene sentido que borrar esa idea de mi mente sea toda una agonía, que como castigo me tome otra media vida.
El camino al amor propio está lleno de espejos rotos cuyos cristales se arman como un rompecabezas frente a mi mostrándome un reflejo idéntico pero un poco más caótico que me posee y usa mi boca para soltar palabras hirientes que arden y queman, palabras que me creo y me guardo para repetirlas cada noche y mentirme sobre que mañana empezare a quererme.
Quererse es para los valientes que a pesar del miedo siguen avanzando soportando las espinas, es para los que enfrentan a su reflejo luchando contra los comentarios hirientes y en su lugar deciden admirar a un súper héroe que se está salvando a sí mismo, es para los que, aunque no se lo crean se repiten a diario que somos suficientes, aunque les lleve toda una vida aceptarlo.
Quererse es sinónimo de destruirse, romper todo lo que creemos que nos hace odiarnos y luego juntar los destrozos, los pedazos que sirvan y con eso volver a construirnos.
Hoy soy valiente y estoy de camino a amarme, espero poder verte algún día construidos en nuestra mejor versión de nosotros mismos.
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recogiendo las piezas de una chica fuerte (poemario)
Poesíala travesía de llegar a amarnos y saber amar...