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Corrí rápidamente por las calles de mi ciudad, iba llegando tarde al día más importante de mi vida hasta ahora y todo era culpa de Ama.
-Espérate.- ella venía corriendo detrás de mí
Me había convencido de estar más tranquilas hoy pensando que no habría forma de llegar tarde pero el transito no estaba de nuestro lado así que después de veinte minutos encerradas en aquel auto decidí bajar y correr, la iglesia no quedaba lejos.
Ya tenía puesto mi gran vestido de novia así que sin duda estaba llamando bastante la atención de quienes me miraban, incluso noté que algunos sacaban sus celulares para grabar a la novia que parecía huir.. aunque yo iba directamente hacia mi destino.
No me importaba tener toda la atención de esas personas, solo quería llegar al lugar para poder enlazar mi vida con la de mi novio de una vez por todas.
-Casi no te alcanzo.- escuché a Ama, ya venía corriendo junto a mí -Sé que quieres meterle turbo pero piensa en que si sigues corriendo empezarás a sudar y tu maquillaje podría arruinarse
-Tengo confianza en que llegaré con un buen aspecto.- aseguré -Lo único que me importa ahora es estar caminando hacia el altar, nada más.
Ella suspiró y seguimos corriendo, tomamos algunos atajos que yo conocía hasta que por fin llegamos. Me sorprendí al ver a tanta gente esperando afuera, Ari al vernos se acercó a saludarnos
-Llegaste casi 30 minutos tarde.- me regañó -Mandé a Juan a avisarles a todos que la novia había llegado, así podrá empezar esto cuanto antes, Felix estaba muy impaciente porque no llegaban.
-Soy culpable.- exclamó Ama -Se nos casa esta pendeja y yo la hago llegar tarde.
-¡Oye!- me quejé y ambas rieron
-Mejor tarde que nunca.- consoló Ari y después nos miró con algo de curiosidad -¿Y filis?
Ama y yo nos volteamos a ver al mismo tiempo, lo habíamos olvidado en medio del transito
-Venía conduciendo y se quedó algunas calles atrás porque había trafico.- conté
-No mamen, filis.- se lamentó Ama sacando su celular y alejándose un poco para llamarlo
A lo lejos se empezaba a escuchar la música así que supe que esa era mi señal para entrar, miré donde hace prácticamente un segundo atrás estaba Ama pero ahora se había esfumado
-Tienes que entrar- avisó Ari pasándome mi ramo, yo solo asentí sabiendo que si mi mejor amiga no estaba era porque se había ido a buscar a su pareja que probablemente estaría cerca.
Caminé hasta entrar a la puerta y en la entrada estaba esperándome Juan, él sería el encargado de llevarme hasta el altar... no tenía padre ni hermanos pero desde hace algún tiempo él se había vuelto mi mejor amigo, solíamos colaborar mucho en redes y de vez en cuando iba a visitar a Ari pero me quedaba horas platicando con él
