15: Colores.

183 39 0
                                    

«Eres el color más vivo en el lienzo de mi alma

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

«Eres el color más vivo en el lienzo de mi alma

Todas las tardes después de terminar sus tareas, Chan y Felix se encontraban en aquél lugar dónde vieron el ocaso por primera vez.

Cada vez que se veían, surgía más afinidad entre ellos. Deseaban compartir más tiempo juntos pero conocían la imposibilidad, no podían arriesgarse más.

Un día en el que estaban hablando bajo la sombra del árbol, Felix empujó a Chan en medio de un jugueteo, el noble cayó hacia atrás impactando con la corteza del árbol y ésta de quebró.

Así encontraron su nuevo escondite.

El interior del gran árbol era lo suficiente amplio para que los dos entraran cómodamente, fue un gran trabajo limpiar y encontrar una manera adecuada para ocultar la entrada. Tras intentar varias formas, Felix la cubrió con enredaderas, arbustos y la naturaleza se encargó del resto.

Se veían satisfechos en el exterior, pero en el fondo ambos estaban bastante tristes; ellos no querían esconderse como un par de ladrones, sin embargo, no había que ser muy inteligente ni preguntar si el otro estaba de acuerdo, ambos sabían que lo que hacían estaba prohibido, estaba mal a los ojos de la sociedad y podría traer graves consecuencias.

Ambos lo sabían, pero estaban reacios a separarse. Chan, un chico de alta alcurnia que se sentía solo y poco comprendido mientras que Felix provenía de una familia humilde dedicada al trabajo de campo, se sentía incomprendido, abandonado a su suerte y rechazado por la familia que amaba.

Sentían una gran afinidad.

Ambos tenían diferentes talentos pero sacaban su inspiración de la misma fuente. Cada vez que el pecoso pintaba pensaba en Chan, en todo lo que le hacía sentir y en aquellos colores que el cielo mostraba a la puesta de sol. Felix retrató a Chan más de una vez, con distintos colores que reflejaban sus sentimientos.

Cuando se los hacía llegar, Chan le mostraba su felicidad con besos, abrazos y caricias. Así como también le entregaba postres que conseguía robar de las cocinas de la mansión antes de escaparse. Era un buen trato para ambos.

El pelinegro guardaba las pinturas de Felix debajo del suelo de su habitación, removía uno de los pedazos de madera y las envolvía en telas finas para que no se dañaran. No podía permitir que alguien más los viera pero tampoco se privaría de ellas. Los veía cada noche e incluso cuándo tenía un mal día, le recordaban a Felix y Felix le traía felicidad.

El lienzo que más cautivó a Chan fue el que Felix le entregó tras la primera vez que plasmaron su querer en placer carnal, cuando sucumbieron a la pasión y sus cuerpos se volvieron uno. En la composición se hallaban juntos, mirándose y sus labios casi unidos en un beso. Era sublime, a Chan le pareció una obra de arte y estaba seguro que lo mismo pensarían los demás si pudieran verla.

El amante del diablo ♡ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora