JeanMarco week 2015

Día 1 - Reencuentro

JeanMarco Week 2015

Día 1 – Reencuentro.

[Modern AU, Reencarnation]

Jean Kirschtein se consideraba a sí mismo un empleado promedio más. Quizás no como el típico 'Godínez' que hay en cada oficina pero no era un empresario exitoso dueño de una multinacional. Él era un contador en una empresa que si bien es muy conocida, cosa que le da un sueldo bastante mayor al mínimo pero sin exagerar, no resalta tanto.

Su vida no tenía nada de emocionante. Todos los días era lo mismo. Levantarse, bañarse, ir al trabajo a horas estúpidamente ridículas de la mañana en el subterráneo, llegar a su cubículo donde pasaría las siguientes ocho horas del día y al final volver a casa por medio de cualquier transporte público para bobear un rato antes de irse a dormir.

Aunque ese día, un lunes 29 de junio cualquiera su perfecta y aburrida rutina se rompería un poco.

En la mañana, la alarma del castaño no sonó, per lo cual se levantó 15 minutos tarde. Y eso no sería un problema de no ser porque ese día tenía que asistir a una junta bastante importante, pues desde hace unos meses estaban evaluando la posibilidad de ascenderlo. No era como si eso le interesara a Kirschtein, la verdad era que no necesitaba más trabajo del que ya tenía, pero el otro candidato a aquel "maravilloso" ascenso era Eren Jaeger, un, estúpido a palabras de Jean, compañero de trabajo del edificio contrario.

Sin el tiempo de su lado, Jean se dio una ducha rápida y tomando su termo con café caliente salió de su departamento a la mayor velocidad que le era posible.

Esquivó peatones, otros asalariados, abuelitas, madres que llevaban a sus pequeños rumbo al colegio y ovejas descarriadas que no pasaban la adolescencia y seguramente se saltaban su primera hora de colegio.

Estaba tan ocupado centrado en no llegar tarde que no notó cuando de un edificio departamental recién construido salió un joven de mejillas pecadas y cabello negro, quien vestía una impecable camisa blanca. Ambos colisionaron, haciendo un hermoso homenaje a la tercera ley de Newton, aquella que dice si a un cuerpo A ejerce una acción sobre un cuerpo B, éste realiza sobre A una acción igual y de sentido contrario.

Lo primero que vio Jean después de sentir el frio suelo besar su espalda fue una mano frente a él, junto a unas mejillas sonrosadas llenas de lindas pecas.

—Lo siento, no me fije por donde iba.

Además de una sonrisa amplia de blancos y rectos dientes. El ceño de Jean se relajó un poco más no dejo de estar tenso.

—Fíjate la próxima vez.

Sí. La actitud de Jean no fue la mejor en ese momento, pero se podía ver la tensión en sus hombros, no quería llegar más tarde de lo que ya iba y ese pequeño incidente sólo le quitaba valiosos minutos.

El pecoso decidió ignorar la respuesta tan borde aquel desconocido, así que le dio una sonrisa aun mayor y con un cortés —Buenos días. Y disculpa de nuevo. — se fue, dejando a Kirschtein seguir su camino.

Contra todo pronóstico, Jean logró llegar 5 minutos antes a su junta, respirando agitadamente y la ropa no en el mejor estado. Pero no era nada que no pudiera arreglar en el gran espejo con el que contaba el elevador.

Cuando entro a la sala de juntas y tomo asiento un personaje le llamo la atención.

Era un joven alto, 1,78 quizás, cabello negro que contrastaba ante la luz de los ventanales con su piel clara, una sonrisa que parecía pintada con plumón permanente en aquel bello rostro y unas pecas que eran más notables en sus mejillas sonrosadas.

Aquel chico pudo haber salido directo de una película de princesas, pensó Jean. Aunque se le hacía extrañamente conocido.

Su línea de pensamientos fue cortada de golpe cuando el jefe de la empresa, Levi Ackerman, entro en la sala, logrando que todos se pusieran de pie en absoluto silencio.

La temperatura de sala tuvo un leve descenso cuando la mirada de Levi recorrió hasta el más mínimo rincón con su mirada oliva.

Al parecer el único que se mantuvo alegre fue el joven que Jean examinaba fijamente.

—Pueden sentarse. — Una vez que todos obedecieron, Levi siguió hablando. —El tema a tratar esta vez, es la alianza entre nuestra empresa y una agencia de modelaje. —

El silencio se hizo absoluto en la sala, hasta que el pelinegro entendió que debía seguir.

—Bienvenidos. Soy Marco Bodt...

Para Jean en ese momento no existió nada más que el nombre y voz. Claramente era el desconocido de la mañana, pero su nombre sonaba en su cabeza, como si lo conociera de toda la vida.

Las siguientes dos horas sus pensamientos volaron, no sabía que de hablaban, sólo prestaba atención a la figura que con gracia natural se movía de un lado a otro y llenaba de calidez y color aquella aburrida sala de juntas, contagiando su sonrisa a todo el mundo.

Necesitaba saber de dónde conocía aquella sonrisa, aquella voz melodiosa y aquellas adorables pecas.

Todos sus movimientos, anotaciones, asentimientos de cabeza eran automáticos. Es más, ignoró completamente a Eren cuando lo intentaba molestar diciendo Cara de caballo al finalizar la junta. Recobró la conciencia hasta que se vio solo en la sala de juntas, siendo llamado por una amable voz.

—Me da gusto verte de nuevo, Jean.

Y a su mente pequeños recuerdos llegaron. De una época en la que la supervivencia a cada día no estaba asegurada, donde con sólo 15 años debía tomar decisiones de adulto, donde grandes seres extraños amenazaban la humanidad, pero sobre todo, una época en la que aquella voz decía su nombre como si fuera la mejor palabra del planeta, acariciándola con los labios.

Y volteo, atrapando el cuerpo de Marco entre sus brazos, quien limpiaba las lágrimas que bajaban por las mejillas del castaño.

—No sabes cuánto te extrañé, Marco.

Y  ante esas palabras, la sonrisa de Marco se hizo más hermosa.

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Hola, soy Kath.  

He de admitir algo, no he visto SnK completo.

-Apenas voy en el capítulo 3.- Así que lamento si quedo un tanto OoC. Intente apegarme mucho a lo que decía la wiki de SnK. 

Aunque siento que Jean me quedo algo... raro.

¡Prometo que mejoraré mi Jean para los siguientes capítulos!