Capitulo 4

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Todos estaban reunidos en el gran comedor esperando para escuchar a los seleccionados del torneo, quienes resultaron ser: Fleur Delacourt, Viktor Krum y Cedric Diggory de Hufflepuff, todos iban a celebrar pero el cáliz volvió a encenderse dejando caer dos pergaminos más, y cuando el director nombró a los que estaban escritos en el papel todos guardaron un toral silencio.

-¡Harry Potter! ¡Sakura Haruno!

Albus gritó sosteniendo los dos pedazos de pergaminos con el ceño fruncido, Sakura sintió como el tiempo se detenía a su alrededor, comenzó a notar como las miradas se posaban en ella y en Harry, principalmente en él, la pelirosa no entendía nada y cuando escuchó su nombre por tercera vez su cuerpo actúo en automático levantándose del asiento, todo había pasado tan rápido como lento a la vez.

Sakura se levantó siendo imitada por el pelinegro, Harry estaba igual o peor que ella de desconcertado. Caminaron observando como los demás los seguían con la mirada susurrando entre ellos, llegaron hasta donde estaban los participantes y cuando el de anteojos volteó a ver a la chica a su lado, esta le regalo una sonrisa para nada tranquilizadora...

-Estamos en un problema ¿Verdad?- preguntó entre susurros.

-Shannarō...- respondió la pelirosa asintiendo levemente.

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Harry y Sakura observaban la gran puerta de la oficina del director con una mueca, se podían escuchar los gritos del otro lado; ambos Gryffindor habían sido citados luego de la selección, Sakura trataba de mantenerse lo más serena posible, pero sonrió con pena al ver lo nervioso que estaba el chico a su lado, no había comenzado bien la misión y ya se estaba complicando.

-No colocaste tu nombre en el cáliz, ¿verdad?- el ojiverde frunció el ceño negando de inmediato.

-No, ni siquiera sabía del torneo y no quería participar- dijo con irritación. -... ¿Y tú?- Sakura rio y negó con calma.

-Entremos ya, algo me dice que nos regañarán demás, y mientras más rápido sea, más rápido podré ir a mi cama para lamentar mi suerte- bromeó la Haruno tratando de aligerar el ambiente.

-Si tenemos la misma mala suerte llegaremos a ser grandes amigos- respondió entre risas antes de abrir la gran puerta.

Ambos entraron a la gran oficina notando a los demás participantes y al trío de directores gritando, Albus se acercó a ellos y agarró a Harry por los hombros. -¡Harry! ¡¿TU PUSISTE TU NOMBRE EN CÁLIZ DE FUEGO?!

-No señor.

-¡¿Le pediste a algún estudiante que lo hiciera?!

-No señor.

-¡¿Estás absolutamente seguro?!

-Sí, sí señor.

Albus frunció el ceño dirigiendo su mirada a la pelirosa. -¿Y tú Sakura?

-No, no sabía del torneo y llegué apenas ayer, no conozco a nadie para pedirle que colocara mi nombre- respondió ella con un semblante serio.

-¡Mienten estoy segura!- gritó Madame Maxime.

-¡Claro que no!- gritó devuelta Moody acercándose al director. -El cáliz de fuego es un objeto mágico muy poderoso y solo un potente hechizo para confundir podría engañarlo, además, es magia muy avanzada para unos jovencitos- dijo para ser cuestionado pon el director Igol Karkarov.

-¡Esto no nos ayuda en nada!- interrumpió Dumbledore. -Tu decides, Barty- dijo acercándose al nombrado.

-... Las reglas son absolutas... El cáliz de fuego tiene inapelablemente la decisión... El señor Potter y la señorita Sakura no tienen salida... Son a partir de hoy, otros participantes del torneo- dijo y todos voltearon su mirada hacia la la pelirosa y el de anteojos.

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⏰ Última actualización: May 21 ⏰

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