En el frenético mundo de la Unidad de Análisis de Conducta del FBI, el inteligente Dr. Spencer Reid se encuentra en una situación inesperada: se enamora de Ann Hotchner, la hija de su jefe, Aaron Hotchner. Aunque siempre ha mantenido una actitud pro...
— papá que no quiero ir, prefiero ir con haley a cuidar a Jack. — dice la castaña sobre su cama
— tonterías Ann, necesitas empezar a adentrarte en este mundo, así tienes aún más experiencia laboral. — dijo el jefe de la unidad entrando a la habitación de su hija mayor
— pero mi ventaja es que mi padre es jefe de la unidad, así que por eso tengo beneficios. — mencionó la hija mayor de los hotchner tapándose de pies a cabeza
— lo que digas, ahora vístete que se nos hará tarde. — el agente de la uac acarició ligeramente el hombro de su hija para después salir de su habitación sin antes gritar desde las escaleras. — y ¡te recuerdo que tu harás el desayuno!
Ann cansada de la situación y sin ningún remedio salió de la cama, no sin antes peinarse un poco y vestirse adecuadamente para el "trabajo"
Al llegar a la planta alta y ver que su padre revisaba unos archivos, rápidamente tomó dos barritas energéticas y dos botellas de agua
— ¡hey!. — dijo captando la atención de su papá. — ¡piensa rápido. — de un ágil movimiento le lanzó la barrita energética a su papá el cual la atrapó con una sonrisa
— ¿y esto?. — dijo confundido
— es el desayuno. — con esto Ann ya tomaba su bolso para poder ir a la unidad. — ¡anda!. — dijo al ver que su padre no se movía. — vamos a llegar tarde papá
— linda..., esto no es un desayuno
— ya lo sé, pero sabes que odio cocinar.., pero anda vamos
El peli negro negó divertido y siguió a su hija, para juntos poder ir a la unidad de análisis conductual y poder llegar a tiempo
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DESPUÉS DE UNOS MINUTOS DE TRAYECTO, los hotchner llegaron a la unidad
En el momento que entraron, todos los del equipo se sorprendieron de ver a Ann ahí, ya que hacía más de 3 años que no la veían
— ¡pero si es mi niña bonita!, ¡preciosa! Mira quien está aquí. — dijo Morgan al ver a la hija mayor de hotchner, a la vez que llamaba a Penelope
— ¡morgan!. — ambos se unieron en un abrazo mientas hotchner veía esta escena. — no sabes cuánto te extrañe
— y nosotros a ti preciosa, que ya hacía mucho el sol de la uac no estaba con nosotros. — Ann sonrió agradecida, pero antes de que ella pudiera responder una de sus voces favoritas se hizo presente
— que pasa guapo..., que aún no estoy.... — Penélope se quedó helada al ver quién estaba frente a ella. — oh... por... dios... ¡no puede ser! ¡Al fin! Mi pequeña Ann - tastica ¡haz vuelto!. — dijo la rubia abrazando a la adolescente. — qué alegría tenerte por aquí preciosa..., no puedo creerlo. — mencionaba con lágrimas en los ojos, a la vez que tomaba las mejillas de Ann asegurándose de que fuera real
