- ¿Enserio?
-Sí Sam, así es.- dijo Spencer.
-¿Entonces, nos das ese viaje a Isla Aventura a nosotros así porque sí?
-Sí, os lo merecéis chicos, siempre habéis estado ahí, sobretodo tú Sam.- dijo Spencer.
-Pero tu me regalaste tu moto, y y y...- Dijo sam intentando hablar más.
-Chicos, yo no pienso ir a ninguna parte.- dijo Freddie cortando todo el rollo por completo.
-¿Qué? ¿Por qué?- dijo Sam mirándolo seriamente.
-Tengo los exámenes para entrar en la universidad y tengo que estudiar mucho, sería imposible que fuese, no aprobaría ninguno, tengo que estudiar.- dijo mientras abría la puerta para ir a su apartamento.
-¿Cuándo son los exámenes y cuántos tienes?- dijo Sam siguiéndole.
-8, dentro de dos semanas.- dijo Freddie algo preocupado.- He estado estudiando un poco cada día pero tengo que ponerme las pilas, así que, ahora que lo pienso, tengo que irme.- dijo saliendo del apartamento apresurado.
-Spencer ya te diré sobre la oferta, gracias de todos modos...- dijo Sam corriendo tras Freddie.
Sam abrió la puerta y gracias a Dios, Freddie estaba todavía en el pasillo intentando sacar la llave de su apartamento del bolsillo, genial, así no tendría que toparse con la señora Benson.
-Freddie, Freddie...-Dijo Sam, pero él no se giraba.- ¿Por qué no me has dicho nada de los exámenes?
Entonces Freddie se giró, lucía un rostro preocupado.
-Porque no quería arruinar tus planes, es decir, que me dejases de llamar para salir.- Dijo el castaño agachando su cabeza.
Sam se acercó a él, le dio un beso comprensivo en la mejilla y le dijo.
-Te voy a ayudar a estudiar.
Y así hizo, pero no de una manera normal, una hora después de que la Señora Benson se fuese a trabajar, eran las 22:00 de la noche, y claro, ellos dos tenían que estudiar, pero antes, Sam decidió ir a la azotea, que nunca había ido por cierto, había ido a la escalera de incendios, pero nunca a la azotea. Entonces...