The good way <3

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(Freddie Pov)

-Vamos Sam, cierra los ojos.- le supliqué otra vez, pero ella se negaba, ya íbamos a llegar y iba a adivinar el sitio donde la llevaba.

-Valeeeeeee ñoño.- al fin cerró los ojos.

Entonces, aparqué, me baje del coche y escondí la caja de su PearPhone, su regalo, en un bolsillo de mi pantalón, aunque quedaba un poco sobresalido, ella no lo vería porque estaría, primero, congelada del frío, y segundo, asombrada. Fui a abrir la puerta del coche de Sam y le tomé la mano para que se pudiese bajar del coche y anduvimos hasta el objetivo, me quedé esperando que abriese los ojos, y así hizo, mi profecía se cumplió, se quedó asombrada, era un increíble paisaje, la playa, era tarde y el día estaba oscuro por el mal tiempo que hacía, hacía frío, pero las nubes tenían un color precioso y era un paisaje increíble.

-Sin palabras eh Pucket...- bromeé yo, ya que estaba en un estado de shock.

-No tengo palabras para describir lo...- decía ella mientras se abrazaba a sí misma por el frío, y yo la miraba como deseando que terminase de decir lo que iba a decir.-Lo tonto que eres.

Vale, eso me sentó mal, pero me hizo gracia, tenía unos puntos increíbles.

Pasados un rato, fuimos a un puente que había para bajar hacia la arena y nos sentamos en él dejando nuestros pies colgando, desde ahí, podíamos saltar abajo a la arena, era el momento perfecto para darle mi regalo, pero aún no me sentía preparado para ello. Sam y yo nos sentamos allí arriba, ella se quedó mirando el cielo y el mar mientras yo observaba su rubio cabello, y mi mirada iba desviándose hasta sus ojos, pero luego pude comprobar que ella tenía frío.

-¿Tienes frío?- le dije dulcemente. Ella asintió.

Pasé mi brazo por detrás de ella atrayéndola hacia mi, entonces ella dijo.

-¿Qué haces?- ella intentaba sonar molesta, pero yo sabía que no le

molestaba, sabía que este momento iba a ser el perfecto para decirle que la quería.

-Te abrazo, ¿no puedo?- le respondí contraatacando.

Ella se sonrojó y miró para otro lado.

-¿Qué tal el sitio?-le dije para sacar un tema de conversación

-Es genial, pero tu eres muy nerd y tonto.- me respondió para ocultar el cumplido que me había hecho.

Yo le sonreí y comencé a acariciar su mano haciendo pequeños círculos y pude ver una pequeña sonrisa en su rostro, casi no era visible. Entonces me acordé, quería dárselo de una manera especial, quería que aunque me rechazase después de esto, se acordase de lo que hice siempre.

-Tengo un regalo para ti.- le dije al oído cariñosamente.

-¿Qué? ¿Estás loco?- dijo Sam mirándome.

Saqué la caja donde venía el PearPhone con su envoltorio y se lo di. Ella lo abrió poco a poco entonces, pude ver su cara de asombro.

-Fre...Freddie.-musitó-Esto es carísimo, te ha tenido que costar bastante, no puedo aceptar algo así.- dijo aún con mirando al PearPhone.

-Sam Puckett rechazando un regalo del idiota al que mas odia, lo nunca visto.- dije picándola.

Sam no me dio respuesta, seguía embobada en su nuevo y carísimo móvil, hasta que, sin darme cuenta, me agarró del cuello y me besó en los labios de una manera en la que, expresaba todos sus sentimientos y me daba a entender que le había encantado, una vez que se separó de mi, dejándome con cara de idiota me dijo.

-Gracias, cursilón.- acompañado por una sonrisa.

Yo le devolví la palabra de cursilón con un beso protector en la frente y rodeándola de nuevo, pero ella volvía a hacerse la difícil y se escapó de mis brazos y saltó a la arena, estaba oscureciendo y como nos separásemos mucho del puente no íbamos a saber volver, pero aún así ella se quitó sus airmax rojas, que por cierto, se las regaló Spencer por su cumpleaños.

Sam y Spencer eran como hermanos y Sam le tenía mucho aprecio. En fin, una vez que ella se quitó los zapatos, los dejó en el puente junto a el PearPhone, mientras yo seguía en el puente.

-Benson eres un cursi, encima nerd y tu cabello está revuelto.- dijo Sam intentando hacer que me sintiese mal, yo me quité los zapatos corriendo y bajé a la tierra y salí corriendo detrás de ella, mientras ella escapaba de mi, pero gracias a las intensivas clases de esgrima, soy más ágil y fuerte que Sam, aunque parezca mentira. La agarré de la cintura y mientras ella intentaba soltarse, le dije al oido.

-Si tan despeinado te parece mi pelo, es por que has estado mirándolo, ¿no?

Parece que mi comentario resultó en ella un poco vergonzoso y salió corriendo hacia la orilla y se quedó quieta allí mirando el mar. Yo no podía esperar más y le dije.

-¡Sam!-ella se giró.-¿Querría usted señorita Puckett... ser mi novia?

Ella echó a reir. Yo no sabía si iba a tomárselo a mal o a bien, hasta que se dirigió hacia mi, me tiró a la tierra y se puso encima mía, estábamos muy cerca y ella me dijo simplemente

-Sí, señor cursi Fredward.

Seguido de un laaaaargo beso. Entonces, después de todo eso, recogimos nuestras cosas y fuimos al coche, allí Sam sacó su nuevo móvil y comenzó a sincronizar contactos y demás... y ya de paso estrenamos la cámara frontal haciéndonos unas fotos, en una salíamos sonrientes y en la otra nos estábamos dando un beso. Entonces, yo arranqué el coche y ella comenzó a llamar a...

I know you lied.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora