Reencuentro ★ Chaelisa

VIII

Viernes, último día de trabajo. Estaba cambiándose de ropa, hoy iría con Jungkook a ver los últimos detalles de la boda.

Se puso un pantalón negro y una sudadera roja con capucha, sacó de su bolso un tapa bocas y unas gafas, no quería que de camino a su auto, fans la vieran y no la dejaran irse, o peor, la siguieran hasta su casa.

Camino hasta la puerta y cuando la abrió se encontró con Lisa apuntó de tocar.

-¡oh! Hola Lisa-sonrió

-hola Rosé, ¿quieres salir?-esta le devolvió la sonrisa

-uh... No puedo, tengo que ir con Jungkook a ver los últimos detalles para mañana —sentía como en sus palabras había arrepentimiento, no quería decir que no, pero tenía que hacerlo.

-oh, es cierto... Mañana se casan -la rubia asintió —no podrías... No sé, quizás... ¿Reconsiderar no casarte con el? —la modelo la miró boquiabierta.

-Lisa...

-¡pero no lo amas, Rosé! ¡Serás infeliz el resto de tu vida! -y tenía razón, no lo amaba y si, probablemente sería infeliz el resto de su vida.

-no lo seré, lo aprenderé amar, me enamorare de el -soltó dejando a la pelinegra sin palabras-y-yo, tendré hijos con el y-y mascotas.

-bien, creo que entiendo perfectamente tu punto. Quieres estar con Jungkook.

-Hyunj-

-entonces dime... ¿Por qué saliste conmigo? ¿Por que rechazaste las salidas de Jungkook por mi? ¿Por qué dijiste que te gustaba? ¿Y por qué te acostaste conmigo? -pregunto todo eso mientras cerraba la puerta con seguro y la acorralaba contra su escritorio.

—¿Lisa que haces? Tengo que irme —dijo tratando de salir, pero fue inútil ya que la pelinegra había afirmado sus manos en el escritorio a cada lado de su torso impidiéndole salir

-una vez más... -la modelo la miró confundida -hagamoslo una vez más-y lo beso.

El beso era lento y apasionado, se transmitían a través del choque de sus labios todo lo que sentían la una por la otra.

Lisa mordió el labio inferior de Rosé estirandolo un poco para poder introducir su lengua en la cavidad bucal de la menor.

Lo único que se escuchaba eran los obscenos chasquidos del beso.

La pelinegra tomó a Rosé de la cintura y la sento en el escritorio, esta abrió sus piernas y rodeo la cintura de Lisa.

Hubiesen llegado a más como ambas querían, si no fuera por los desesperados golpes de la puerta.

-¿¡Rosé!? ¿¡Estas ahí!?

Ambas se separaron, Rosé se bajó del escritorio y se acomodo.

-¿¡Jungkook!? ¿¡Eres tu!? -grito mientras miraba a Lisa.

-¡si amor, soy yo! -Manoban rodó los ojos y se sento en un sofá que le había dado Natasha a Rosé antes de irse.

-¡estoy con Lisa! ¡Nos quedamos encerradas! ¿¡Podrías llamar a alguien!?-mintió

-¡si! ¡Enseguida vuelvo! -se escucho como el sonido de los zapatos se iba alejando a gran velocidad.

-ahora tendré que romper la puerta -Lisa se levantó y con su mano torció el seguro de la puerta.

-wow... Eres muy fuerte -dijo impresionada Rosé.

-no te impresiones tanto, no es nada.

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Estaba con Jungkook en el salón donde iba a ser la fiesta, ya estaba todo arreglado para el día de mañana.

Tenía una sonrisa en su rostro al imaginarse en el altar, con todos mirandola atentamente y con... Lisa al frente de ella.

Suspiro al solo tener la imagen mental de ella y Lisa casándose.

Algo que no pasaría, por lo menos no en está vida.

El pelinegro se acerco a una mesa y tomó una copa la cual tenía a su alredor una cinta dorada.

-¡esta hermosa! ¿Te gusta? —le pregunto el.

-si, pero... ¿El tema no sería azul? —le pregunto mientras se acercaba a la mesa y tomaba otra copa.

-si, pero quise cambiarlo a último momento.

-¿sin consultarme?

-no lo creí necesario, pensé que te gustaría —dijo el dejando la copa y tomando su mano-

Quito su mano-pues no, no me gusta el dorado-dejo al copa -pero esta bien, todo está perfecto. -Me voy, llama a Jisoo para que venga por ti.

Camino hasta la salida dejando al pelinegro solo. Se subió a su auto y encendió el motor.

Mientras conducía presionó el bluetooth y habló en voz alta para que el auto lo escuchara y atacara sus órdenes.

-llamar a Lisa-dijo.

llamando a Lisa emoji de corazón rojo

Le respondió el auto

-hola Rosé, ¿que pasa?-escucho decir por los parlantes de su coche.

-¿estas en tu departamento?

-si, estoy aquí haciendo... Nada—escucho suspirar al otro

-bien, voy para allá —y colgó

Estaba afuera de la puerta de Lisa, guardo su celular y toco el timbre, no tardaron mucho en abrir la puerta.

Apenas vio a Lisa se lanzó a ella y la beso mientras se adentraba al departamento y cerraba la puerta con su pie.

-hey ¿estas bien? —le pregunto Lisa separándose del beso y sujetandola de su cintura.

-shh, Lisa no digas nada, quiero hacerlo- una vez más la volvió a besar, la pelinegra tomó sus muslos y la levantó.

La llevó a la habitación y la dejó en la cama, le quito su sudadera y empezó a repartir besos por su abdomen.

Sin dudas pasaría una buena despedida de soltera.