Él tuvo una familia, ella fue abandonada
Él lo tuvo todo, ella luchó por migajas
Él reía siempre, ella todos los días lloraba
Te amo con todo mi ser, pero eso no importa, este amor jamás será posible porque somos...
.
.
.
.
.
.
.
.
.
...De mundos di...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La muchacha solo miraba fijamente y con una expresión neutral a la familia real, los Tokito, frente a ella estaban los reyes en los tronos más grandes y al lado de ellos habían dos tronos más pequeños donde estaban sentados dos gemelos que claramente eran los príncipes, los cuatro la miraban con curiosidad y aquella lujosa sala permaneció en silencio unos segundos esperando una respuesta que nunca llegó ya que la joven permaneció callada.
—¿No piensas hablar?— Ante el silencio que reinaba en la habitación la reina decidió tomar la iniciativa y hablar nuevamente, y al igual que antes no hubo respuesta de la joven.
—Niña insolente— La reina se levantó de su trono y caminó en dirección a la joven y al estar frente a ella le dió una bofetada que hizo tambalear a la chica, la muchacha no puso resistencia alguna y solo miraba a la reina con la misma expresión neutral sin mostrar ningún tipo de emoción.
La reina cada vez más molesta por su comportamiento decidió seguir hablando -Eres muy famosa por aquí- Dijo la reina con voz seria y autoritaria —¿Quien iba a pensar que "El ladrón invisible" era una mujer?, o mejor aún... una niña—
El gemelo menor se quedó sorprendido ante tal declaración, habían estado buscando a ese ladrón desde hace años, "¿Realmente esta joven que parece ser tan pura y delicada ha cometido tantos crímenes?" Se preguntó el joven príncipe en su mente.
La muchacha no dijo nada, solo miraba a la reina sin ningún tipo de emoción, no parecía estar asustada o arrepentida.
La reina volvió a sentarse en su trono y ahora fue el rey quien habló —Sabemos que no trabajas sola— Dijo el rey con seriedad —Hablame de tus compañeros, si lo haces podríamos considerar tener un poco de compasión contigo— Dijo el rey con vez seria y amenazante, sin embargo la muchacha ni se inmutó.
—¿Sabes? Los ladrones normales pagan con cárcel sus crímenes, pero alguien como tú merece algo más que eso— Dijo el rey con una mirada fría y amenazante —Sin embargo, si decides cooperar podría considerar ser más blando contigo— Dijo el rey amenazando a la joven mientras esperaba una respuesta.
Mientras esto sucedía los gemelos solo observaban la escena, sin embargo el menor miraba fijamente a la joven pelirosa, parecía estar intentando recordar algo... "¿Te conozco?" Preguntaba el menor de los Tokito en su mente.
La muchacha nuevamente no respondió a las palabras del rey y esto lo enfureció así que se levantó rápidamente de su trono y le dió una bofetada aún más fuerte de la que le había dado la reina anteriormente, esto provocó que la joven perdiera el equilibrio y términó cayendo al suelo con la nariz y el labio sangrando.
—Si no vas a hablar entonces no me sirves para nada— Dijo el rey furioso, luego se acercó a uno de los guardias y tomo una espada y volvió a acercarse a la jóven —Si no hablas, te mataré ahora mismo— Dijo el rey jalando el cabello de la joven y poniendo la espada en su cuello.
La reina miraba con seriedad la situación con la esperanza de que la joven hablara, el gemelo mayor solo miraba con indiferencia, parecía no importarle, sin embargo el menor miraba con preocupación la escena "¿Por qué?" "No debería preocuparme por ella, ni si quiera la conozco... ¿O si?" Decía el muchacho en su mente cada vez más desesperado por recordar pero aunque trataba de no demostrarlo su desesperación fue percibida por su hermano mayor pero no dijo nada.
La muchacha con la espada en su cuello finalmente decidió hablar —Si matarme te hace feliz, hazlo de una vez— Dijo aquella joven sin mostrar miedo ni ningún tipo de emoción —Soy una ladrona, pero no una traidora- Volvió a hablar la joven con calma -No le daré la espalda a los míos, aún si eso me cuesta la vida— Eso fue lo último que dijo la muchacha, luego suspiró y cerró los ojos con tranquilidad en espera de su destino.
"¡Esa voz!" Dijo el gemelo menor en su mente y sus ojos se abrieron como platos al escucharla hablar.
"Naomi"
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
