Me limito a respirar calmadamente mientras observo en Christal la misma sonrisa maníaca que Mia me dedicara la última vez que le viera.
Su glamour está absolutamente fuera de magnitud, y al mismo tiempo su ánima está reposando tranquilamente. Es algo tan inusual que no encuentro el modo de actuar en correspondencia.
De momento solo espero que su próximo movimiento no me haga cortar el hilo de su vida o, que ella se cargue la mía junto a todos los de esta ciudad.
El enfado y el dolor que está experimentado justo ahora me provocan un peso muerto en el fondo del estómago.
La fuerza con la que está sintiendo y me trasmite sus emociones es algo a lo que nunca me he expuesto.
- Christal...
- Estoy bien.
Siento mis pupilas dilatarse al tiempo que todos los pelos de mi cuerpo se ponen de puntas. El poder que emana de ella corta hasta el aire a mí alrededor. ¿Bien? No me digas.
- Pero, ¿Sabes qué es lo que no está bien?
Pregunta dando un paso en mi dirección que hace que todas mis alarmas internas suenen como locas. De repente me siento atrapado, como si no hubiera suficiente oxígeno en la habitación. Mi cerebro gritándome a toda voz que necesito salir de este lugar inmediatamente.
Todo lo que tengo que hacer es desmaterializarme y estaré a salvo. Pero en cambio me quedo inmóvil hecho de piedra, mirando esos ojos de plata durante lo que me parecen varios minutos.
- ¿Qué? - pregunto finalmente -
- Que me sigas mintiendo una y otra vez.
¿Mentir? ¿Cuándo?
- ¡Sal de mi cabeza Dan!
Grita y todo el lugar tiembla, cristales estallan y se escuchan cosas romperse al caer al suelo.
- Te sigues reuniendo con ella una y otra vez a mis espaldas. - dice entre dientes y el aire se congela - Ya ni siquiera te esfuerzas en ocultar el olor de su excitación sobre ti.
Sus ojos de plata se suavizan un poco y el dolor que muestran hace que mi corazón se detenga.
- Eso es porque estaba más preocupado por tu bienestar al verte reducida a nada bajo los ataques de Lio. - digo pausadamente - Que por poner glamour sobre mí.
Sus pupilas blancas se mueven velozmente analizando mis palabras.
- Pequeña. - me atrevo a decir -
Ella baja la cabeza y cierra los ojos con fuerza al tiempo que aprieta los puños a ambos lados de su cuerpo. Como si de esa manera yo dejara de estar aquí a centímetros de su posición.
- Jamás permitiré que Lena me vuelva poner un dedo encima. - continúo hablando suavemente - Y eso es porque te pertenezco a ti y solo a ti.
Le veo morder el labio inferior con fuerza hasta hacerlo sangrar e intento con todos mis fuerzas no abalanzarme sobre ella porque está molesta, pero joder, que sexi se ve en ese gesto y su sangre huele maravillosamente. ¿Cómo es que se le ocurre siquiera que alguna vez pudiera engañarle con alguien? Menos con la sociópata de Lena.
- Pequeña.
Insisto, pero su nombre se me escapa en un jadeo.
Ella levanta la vista para mirarme directamente a los ojos.
Apoyo la mano en su mejilla y seguido termino rozándole el labio inferior con el pulgar. Nuestras miradas se unen y justo cuando pienso que no puedo esperar un segundo más, ella se acerca a mi cuerpo y aprieta su boca contra la mía.

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Juegos de Poder
FantasySostengo todo el aire que tengo unos segundos, entonces le dejo salir en un pesado suspiro. Nos señalo con una mano. - Nosotros... Anoche nosotros...verás... ¿Qué es lo que somos justo ahora? Su mirada se suaviza y una sonrisa sin dientes se adueña...