Important People, Important Promises

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En Rusia es difícil destacar si es que deseas estar en el mundo de la música. Mientras que los jóvenes prefieren cosas como el rap y rock, los más viejos prefieren cosas clásicas que tengan que ver con la religión. Yo, por ejemplo, empecé mi afición cantando en la iglesia, me gustaba y realmente disfrutaba de cantar ahí, pero deseaba más, es por eso que aprendí a tocar el violonchelo creyendo que con eso estaría satisfecho, pero no fue así.

Era frustrante desafinar de vez en cuando solo porque estaba estresado, ¿y a qué se debía mi estrés? A que la música clásica ya no me llenaba, ir al coro de la iglesia ya no me daba la misma satisfacción de antes. Quise suponer que se debía a que ya tenía doce años en ese momento, la edad donde comienzas a descubrirte más.

En busca de un nuevo estilo musical me adentre a buscar música en una plataforma musical, sintiéndome aun más frustrado al no encontrar algo que llamase su atención. Todo eso se esfumó cuando cierta canción se reprodujo automáticamente y comenzó a escucharla: "I Will show you - Kouyou"

Desde ese día mi vida cambió.

A veces mi madre reía al verme intentar aprenderme alguna coreografía de las canciones de Kouyou, pero mi cuerpo era tan débil qué terminaba cansandome más rápido que cualquier persona. Yo era un niño débil, anémico, ¿podría alguien como yo cumplir su sueño? Por supuesto que no, o al menos eso me decían mis compañeros.

– ¿De verdad crees que alguna empresa se fijará en alguien como tú? Solo mirate, no puedes ni trotar porque ya te estas muriendo del cansancio, ¿crees poder dar un show entero sin desmayarte? Por favor, deja de soñar y regresa a la realidad.-

Desde ese día me esforcé aun más, daba todo de mi, a veces podía sentir que iba a morir si no descansaba, pero no me rendí.

A los trece años daba todo de mi intentando bailar y cantar al mismo tiempo. Hubo un día en especifico qué nunca olvidaré, se podría decir que ese día es un evento muy especial en mi memoria.

Mi respiración estaba agitada, llevaba 5 horas dando todo de mi en un escenario solitario que tenía el club de teatro donde asistía. Sentía que estaba a punto de fallecer, pero seguí, seguí hasta que en algún punto me caí debido al cansancio. Quería gritar de la frustración.

– ¡Wow! ¡Eres tan bueno!.- levante mi vista para ver quien era.-

Un niño peliblanco se acercó a darme la mano para ayudarme a levantarme. Yo acepte algo dudoso, pero él en todo momento mostró confianza en aquella sonrisa, ¿Cómo rechazarlo? El único niño que me mostró algo de compasión.

– Soy Nikolai Gogol, ¿Cómo te llamas?.-

– Fyodor. Fyodor Dostoyevsky.- respondí viendo a ese niño, estaba confundido por la curiosidad que mostraba hacía mi.-

Desde ese momento comenzamos a vernos más seguido. Nikolai se mudo de Ucrania hasta Rusia porque sus padres se habían divorciado y su madre insistió en que Rusia sería un mejor lugar para su crecimiento y adolescencia.

Cuando nos hicimos amigos no pude negar que le tenía un poco de envidia a Nikolai, él era tan resistente a todo, podía pasar horas bailando y seguiría como si nada, él era mejor bailarín de lo que yo alguna vez lo sería. No fue hasta los catorce años que me di cuenta que sus habilidades de baile no solo venían porque tuviera una buena condición física, sino porque disfrutaba y amaba bailar.

Nikolai baila desde los seis años, es su pasión y no era sorpresa que haya pulido sus habilidades con el paso del tiempo. Nuestro sentimiento por la música era recíproco. Yo le enseñe a cantar y él me enseñó sus técnicas de baile a las que pudiera adaptarme sin necesidad de cansarme tan rápido.

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⏰ Última actualización: May 25 ⏰

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