2.- Aparencia

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-Mandy
Viernes 24 de noviembre

10:37 p.m.

No falta mucho para que inicie diciembre y eso quiere decir que cada vez habrá más trabajo, las ventas se incrementan el último mes del año y con ello mi cansancio, demonios.

Abrí la puerta de mi habitación y voy caminando hacia la habitación de Chester, está haciendo un constante ruido y no puedo dormir cómodamente, es como si estuviera moviendo muebles, ¿Por qué a esta hora?

A lo largo de la semana he estado observando a Chester, ese bufón parece que está algo cansado de trabajar.
Que insólito, seguramente se la pasa gastando energía en las bromas y ya no puede seguir el ritmo en el trabajo.

Nuestras habitaciones se encuentran a unos cuantos pasos, lo suficiente para que, si alguien hablara algo fuerte, el otro lo escuchara.
Llegué frente a su habitación y estoy segura que sí golpeo la puerta, el no me escuchará, no tengo más opcion que hablar.

—Chester ¿Que estás haciendo? —mencioné a duras penas, el sueño me estaba afectando.

El ruido se detuvo y la puerta procedió a abrirse lentamente, estoy preparada por si esto se trata de una broma.

—¿Que sucede? —dijo Chester con la mirada de siempre.

—Deja de causar tanto ruido, no he podido dormir —reclamé sin mucho esfuerzo.

Chester expuso su sonrisa peculiar, pero se quedó pensando, supongo que alguna excusa.

Antes de que respondiera, examiné a Chester de pies a cabeza, su aspecto era bastante desaliñado o incluso puedo decir... ¿Sucio?
Antes de que terminara de pensar, sus palabras me retiraron de mi mente.

—De acuerdo, no más ruido por hoy —expresó Chester sonriente.

—¿Por hoy? —susurré siendo rigurosa con lo que decía.

El bufón escuchó mis palabras, se dió por vencido y terminó declinando su intento para molestarme.

—Esta bien no haré más ruidos, además ¿Que importa?, es fin de semana no tienes porque levantarte temprano. —se quejó mientras cerraba la puerta.

Es verdad, era fin de semana pero eso no significa que el podía molestar en las noches.
Regresé a pasos pequeños a mi habitación, Chester cumplió su palabra y pude dormir.

Domingo 26 de noviembre
10:12 p.m.

Algo parece haber alegrado a Chester, parece ser que recuperó su energía pues después de aquella noche volvió a ser como antes e incluso un poco más brillante.

Me alegro por el, estaba empezando a preocuparme de que algo perjudicial le estuviera pasando, supongo que yo estaba siendo delirante.

Aún así no puedo evitar pensar, ¿Qué estará tramando?, no suele cambiar mucho de actitud y cuando lo hace siempre termino cayendo en una broma.

Debido a que se acerca la temporada más pesada del año, estaré muy atosigada con los productos y requiero del mejor esfuerzo de mis trabajadores, eso incluye a Chester.

Mañana tengo que salir temprano debido a que tengo planes sobre la dulcería, aunque sea muy grande y tengamos una gran variedad de dulces, me parece bien expandir nuestro catálogo con algunas cosas más diversas.

Lunes 27 de noviembre
6:42 a.m.

Desearía haber dormido más, lastimosamente no he podido debido a que estoy muy ocupada.

Saliendo de la dulceria me puse a pensar que aunque sea una dulceria, es como una mansión que nos permite tener habitaciones en la parte trasera.
Eso me beneficia mucho, no pierdo tiempo viajando hacia mi trabajo.

Tuve cuidado de no hacer ruido, calculando todo volveré alrededor de las 9:40 a.m.
Eso me da suficiente tiempo para llegar y poder abrir a tiempo, espero que todo salga bien.

8:25 a.m.

Hasta ahora me percaté que no avisé a nadie y eso seguramente significa que estarán averiguando donde estoy.
Anteriormente ya había hecho una situación similar y pienso que ellos podrán deducir que hice algo como la vez pasada hoy, eso espero.

9:48 a.m.

Finalmente llegué a la dulceria y de solo imaginarme el trabajo solté un suspiro.

En mi trono estaba Chester con una sonrisa burlona, es bastante molesto.

—Te dije que no te sientes ahí, es la última vez que te lo permito —advertí con enojo.

No me molestaba que se sentará, solo estoy siendo precavida con lo que pueda tramar.

—¡De acuerdo! —exclamó alegremente el bufón.

Chester se fue caminando y sin hacer ruido.
Antes de sentarme revise el asiento, no tenía nada raro, últimamente redujo el número de bromas, no se cuál sea la razón.
Todo está excelente, me dispuse a abrir la dulceria y comenzar otro día de trabajo.










Sonrisa afligida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora