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Ah esto si era a lo que se le podia llamar entretenimiento... sus ojos estaban perdidos en la vista que tenia al frente, completamente embriagado por la sangre y los gemidos llenos de dolor. Adoraba ver esto, era un caso que si le daba la gana se convertia en uno diario.
Siempre se aseguraba de nunca perderse ningun detalle de este tipo de show, siempre cubierto por una sudadera negra de capucha y sus botas negras de combate. Siempre estaba listo por si las cosas se ponian feas, pero generalmente nunca pasaba de algunos golpes y azotes en el suelo que acababan con el chico azabeche llorando, haciendose boliuta gritando por clemencia a sus abusadores.
Hoy no era de esos dias, ya que aparentemente al fin dejo de ser un idiota y guardo algunas piedras en sus bolsillos, golpeando con estas a los matones que trataban de quitarle su dinero y dignidad.
Pero...¿Por que no ayudaba?, simple, quería verlo luchar por su vida.
Le parecia divertido, y sexy verlo sufrir y llorar por cconseguir su tan ansiada paz.
La cual por mas que llorara y peleara, nunca lo conseguiria, ya que Lolito se aseguraba de siempre cdarles un muy bueno y generoso pago a estas personas cada viernes, dias donde normalmente hacia atacar a aquellos matones.
siempre se aseguraba de conseguir lo que queria, les pagaba nada mas que algunos euros y hacian lo que el queria, no rechistaban y preguntaban el por que hacia esto, tan solo cumplian con las ordenes del extraño niño rico y golpeaban y grababan al pobre chico azabeche.
No importaba cuanto rogara y preguntara por que hacían esto, simplemente cumplian su no muy honrado trabajo y seguían las ordenes del pelinaranja, que aunque siempre les entregara el pago con el rostro tapado, imponía. Su alta y robusta figura les daba miedo incluso a estos matones... realmente sentían suriosidad sobre que habrá echo el pobre twink para merecer tal "odio" de parte de alguien que aparentaba tanto dinero como para pagarle a 4 matones casi todos los viernes para golpearlo.
Pobre chico, su inico error fue ser lindo, y justamente eso, un twink. Era justamente el tipo de chico del cual Lolito se obsesionaria, esa fue su maldición.
Bueno, anyways, Lolito disfrutaba de su extraña y retorcida inversion, recibiendo los videos de unos 10 o 15 minutos de largo donde los matones dejaban echo polvo al mexicano... Aveces este obviamente devolvia los golpes y no se dejaba, tratando de igualar al grupo de 3 o 4 chicos que lo golpeaban semanalmente, incluso parecia su rutina comun de los viernes.
Era perturbartemente comun que solo los viernes o jueves lo golpearan, e incluso era raro que nunca le dieran ningun golpe en el rostro, solo en las piernas y estomago, incluso algunos forcejeos en los brazos... pero aun asi, era raro, pero no se quebaja, incluso les agradecia, su rostro era la unica parte de el que no despreciaba.
Lolito notaba todo esto, sus instrucciones eran estrictas, palabras concretas y demandantes todo el tiempo, se aseguraba de dejar en claro siempre que no debían de tocar ciertas partes del pelinegro si no querían ser ellos los siguientes en recibir una paliza.
